El cielo es un espectáculo constante que disfrutamos especialmente en verano, justo cuando podemos salir más al exterior gracias a las elevadas temperaturas que hacen muy agradables las noches. Este año podemos ver un cometa (el Neowise),lluvias de estrellas, planetas en el firmamento y muchos otros elementos, pero hay otro fenómeno muy espectacular que alcanza un punto álgido este julio: la Vía Láctea.
Se trata de ese manto emblanquecido que podemos ver en el cielo muchas noches y que corresponde a toda la gran galaxia donde se encuentra nuestro Sistema Solar. Más allá de tecnicismos astronómicos, a simple vista podemos ver la Vía Láctea, pero la imagen es especialmente impresionante si utilizamos una cámara de fotos con larga exposición.
Cuándo ver la Vía Láctea
Durante el año, no siempre podemos ver la Vía Láctea. Normalmente, esta observación se puede hacer entre febrero y octubre, con momentos concretos que son especialmente propensos. La mejor combinación es la siguiente: máximas horas de posibilidad de ver en el cielo la Vía Láctea y Luna en fase nueva para tener un cielo oscuro.
Pese a que en mayo y junio hay ocasiones perfectas para observarla, lo cierto es que en esta semana de julio que va del 20 al 26 de julio es probablemente la mejor oportunidad del verano para ver la Vía Láctea en España. Es durante estos días que tenemos entre cuatro horas y media o casi cinco cada noche (entre las 23:29h y las 04:22h de la madrugada, dependiendo del día) para ver el manto blanquinoso, según informa ‘Capture the Atlas’. Un máximo de horas que se combina con la Luna nueva y una vertical de 80º del centro galáctico (muy buena posición en lo alto del cielo para apreciar al máximo el fenómeno).
Cómo ver la Vía Láctea: a simple visto o con cámara
Durante las horas comentadas anteriormente, podremos ver estos días la espectacular Vía Láctea, con el centro galáctico mirando en dirección sur en el cielo, justo su zona más brillante. Es muy importante encontrarnos en lugares sin contaminación lumínica y con una buena visibilidad, sobre todo en el horizonte.
A simple vista se puede ver, apreciando un largo brazo más blanquinoso a lo largo del cielo, a menudo en forma de arco. Asegurémonos que la noche está despejada, porque hay gente que confunde la Vía Láctea con algunas nubes. No obstante, si no tenemos suficiente a simple vista y queremos ver el máximo esplendor del fenómeno, será mejor coger una cámara.
En este sentido, y si sois amantes de la fotografía, se tendrá que utilizar la larga exposición para capturar al máximo su esencia. Para los expertos, estas son las indicaciones generales para preparar la cámara para obtener una buena imagen: apertura f/2,8 (o el máximo que permita la imagen), ISO 1600-6400 y una velocidad de obturación de entre 10 y 25 segundos.
De este modo, obtendremos imágenes nítidas y espectaculares de la Vía Láctea, siempre enfocando en la hora y dirección adecuadas. Después de esta semana, el otro mejor momento del verano y de lo que resta del año para ver bien este manto blanquinoso será entre el 15 y el 22 de agosto, aunque tendremos menos horas, alrededor de tres y media.
Qué es la Vía Láctea
La Vía Láctea es una galaxia en forma de espiral donde se encuentra el Sistema Solar y, por lo tanto, la Tierra. Se calcula que contiene entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas, entre las cuales hay el Sol. Desde la Tierra podemos observar unos cuantos miles de ellas. Se calcula que su diámetro total es de 200.000 años luz, mientras que el Sol se encuentra a unos 27.766 años luz del centro galáctico, donde habría varios agujeros negros.
El nombre Vía Láctea proviene del latín y significa ‘camino de leche’, ya que, al tener forma de manto blanquinoso en el cielo, la mitología griega estableció que se trataba de leche derramada del pecho de la diosa Hera. Pero esta banda de luz no es más que un conglomerado de millones de estrellas, la luz de las cuales se mezcla y ofrece esta banda de luz tenue, con el centro galáctico de nuestra galaxia como el punto más brillante.