Mercurio es el planeta más pequeño de nuestro Sistema Solar. Simplemente, es un poco más grande que la Luna de la Tierra. Es el planeta más cercano al Sol, pero no es realmente el más cálido, ranquin que lidera Venus. Su nombre viene de un mensajero de los dioses y no se sabe bien cuándo fue descubierto, pero es uno de los cinco planetas que se pueden ver bien desde la Tierra.
Junto con Venus, la Tierra y Marte, Mercurio es uno de los planetas rocosos de nuestro sistema. Tiene una superficie sólida que está cubierta de cráteres y una atmósfera delgada y no tiene ninguna luna. En conclusión, se podría decir que a Mercurio le gusta ‘simplificar’ sus características.
Este planeta pequeño da vueltas sobre sí mismo muy lentamente comparado con la Tierra, ya que el movimiento de rotación es mucho más lento y esto hace que el día sea mucho más largo. Un día en Mercurio es equivalente a 59 días en la Tierra. Aun así, al estar más próximo al Sol, un año en Mercurio pasa claramente más rápido, ya que el movimiento de translación completo (las vueltas alrededor del Sol) lo realiza en tan solo 88 días, 277 días menos que en nuestro planeta.
Un día en Mercurio no es como un día en la Tierra. Para nosotros, el Sol sale y se pone todos los días. Debido a que Mercurio gira lentamente sobre sí mismo y tiene un año corto, le lleva mucho tiempo al Sol salir y ponerse en el horizonte mercuriano. Este pequeño planeta solo tiene un amanecer cada 180 días de la Tierra.
Características principales
Es el planeta más pequeño de nuestro Sistema Solar y es pequeño y rocoso, con una atmósfera poco densa. Pertenece al grupo de los planetas interiores y está compuesto por materiales traslúcidos y rocosos. Tiene una característica peculiar igual que el planeta Venus: no posee satélite natural que gire en su órbita.
Superficie y centro del planeta
Presenta numerosos cráteres formados a partir del impacto de meteoritos y cometas. Por otro lado, cuenta con superficies lisas y rayas con una estructura similar a la de los acantilados, que pueden llegar a elevarse cientos de kilómetros de altura, con un máximo de una milla.
Según los expertos, este planeta está sin actividad desde hace millones de años. Su superficie es parecida a la de la Luna, el núcleo de este planeta es metálico y tiene un radio de aproximadamente 2.000 kilómetros.
Su tamaño
El diámetro total del planeta es de 4.860 kilómetros. Debido a los fuertes y continuos impactos de meteoritos y cometas, se han formado anillos montañosos con alturas de hasta tres kilómetros con ríos de lava. Mercurio es un poco más grande que la Luna y su movimiento de traslación es el más rápido de todo el Sistema Solar debido a su cercanía al Sol.
Por ello, se formó una corteza arrugada de varios kilómetros de altura y de longitud. Una buena parte de la superficie de este planeta está cubierta por llanos. Esto ha sido denominado por los científicos como la zona intercráter, que se debió formar cuando las antiguas zonas fueron sepultadas por los ríos de lava. Tiene grandes acantilados producidos por el enfriamiento nocturno.
La temperatura
Su temperatura puede superar los 450ºC en las áreas más calientes. Tradicionalmente, se piensa que al ser el planeta más cercano al Sol es el más cálido, pero esto no es del todo cierto. Aun así, la velocidad de rotación es muy lenta y esto ocasiona que muchas regiones del planeta estén a la sombra durante mucho tiempo. En estas zonas frías las temperaturas están por debajo de los -150ºC.
Sus temperaturas son muy variadas y esto hace que Mercurio sea uno de los planetas con más amplitud térmica del Sistema Solar.
Curiosidades de Mercurio
El cráter más grande que posee Mercurio, es el llamado ‘Caloris Planitia’, que mide aproximadamente 1.400 kilómetros de diámetro. Es el planeta que tiene más cráteres del Sistema Solar. Esto se debe a la gran cantidad de cometas y asteroides que impactan sobre su superficie.
Mercurio visto desde la Tierra
Mercurio se puede contemplar desde prácticamente todo el hemisferio norte de la Tierra y preferentemente en invierno, pero siempre habrá que mirar hacia el este durante las salidas del Sol y al oeste a lo largo de los atardeceres.
Es relativamente fácil. Pese a su pequeño tamaño, al estar al lado del Sol, hace que sea muy visible desde nuestro planeta, especialmente en los crepúsculos. Es en estos momentos en los que veremos el reluciente puntito en el cielo que nos indica la posición de Mercurio.