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Montaje con foto de Alejandro

Alejandro se quitó la vida con 10 años: ‘mamá, por favor, no quiero ir al cole’

El caso de Izan ha vuelto a destapar duras experiencias de acoso escolar como esta

El caso de Izan, el niño de 11 años que se ha hecho viral por un vídeo en el que es víctima de bullying, ha tenido su efecto. Su historia ha vuelto a poner al descubierto el drama del acoso escolar en España. El suyo no es un caso aislado, y como él muchos niños pasan por el mismo infierno.

Hace unos días se hizo famoso un vídeo en el que un niño era sometido a crueles burlas el día de su cumpleaños. La víctima era Izan, un niño de 11 años que había comprado una tarta para celebrar su aniversario en una escuela de verano en Mallorca. Sus compañeros le recibieron con insultos.

Fue su hermano quien compartió el vídeo para denunciar una situación que ahora es objeto de investigación policial. La Guardia Civil tomarán declaración a los monitores de la escuela de verano para esclarecer responsabilidades. El bullying es la primera causa de suicidio entre los menores.

El día que Alejandro se suicidó

El caso de Izan ha vuelto a sacar otras experiencias de bullying en España, como la dura historia de Alejandro. Se quitó la vida con 10 años, cansado de soportar los insultos que recibía a diario en el colegio. Su madre, Idoia, ha recordado el sufrimiento del pequeño antes de suicidarse.

Alejandro, víctima de bullying
Alejandro se quitó la vida porque no quería ir al cole | osoigo.com

“Le decían que era una mierda, que no merecía la pena, que era tonto, que era un enano”, relata la madre. Hay insultos tan dolorosos que ni siquiera tiene fuerzas para recordarlo. “Mi hijo se tiró desde un cuarto piso porque no quería ir al colegio”, lamenta esta mujer que perdió a su hijo.

El día que Alejandro se suicidó le pidió a su madre hasta tres veces no ir al colegio. “Mamá, por favor, no quiero ir al cole, no quiero, no quiero”, le dijo el menor angustiado por lo que estaba sufriendo. Cuando su madre le preguntó si pasaba algo, “subió la persiana, abrió la ventana y se tiró”.

Dos versiones distintas

Alejandro pasó por una experiencia tan traumática, que la simple idea de volver al cole le generaba una ansiedad insuperable. Su familia pidió ayuda al centro escolar, pero la situación siguió siendo la misma. De hecho, Idoia señala a una profesora como posible detonante del problema.

“Tenía problemas con una profesora que le acosaba e intimidaba delante del resto de la clase, creemos que eso fue el detonante”. Quiere que la desgracia que le ha tocado a vivir sirva al menos para acabar con esta lacra. Pide un plan estatal contra la violencia en los centros educativos.

Idoia exige un plan que incluya atención psicológica por parte de un profesional ajeno al centro para atender a las víctimas. Ellos pidieron que esa profesora no le diera clase, pero al año siguiente le volvió a tocar con ella. Cuando el niño se quitó la vida, llevaba meses en tratamiento por depresión.

Pero el colegio desmiente esta versión y según afirman ni la profesora ni ningún otro docente trató al niño de manera negativa. Desde el centro apuntan que la policía se encontró un ambiente familiar tóxico cuando fueron a casa del niño. También que la madre está denunciada por acoso y vejaciones.

El bullying, detrás de muchos suicidios

“La última vez que me dijo que no quería ir al colegio eran las nueve y media de la noche. Poco después oímos un ruido fuerte, le buscamos por toda la casa, me asomé por si había bajado al jardín y vi su cuerpecito ahí tirado. Murió horas después en el hospital por una hemorragia cerebral”, explica Idoya.

En 2020 se suicidaron 14 niños de menos de 15 años en España, una cifra que asciende a 300 en la franja de edad entre 15 y 29 años. La salud mental de los adolescentes y los jóvenes ha empeorado a raíz de la pandemia. Y el bullying sigue estando entre las principales causas de suicidio.

Según los expertos, el problema es que es muy difícil detectar un caso de bullying porque los niños suelen esconderlo. A veces lo hacen porque se sienten amenazados, otros por vergüenza, otros por no ser un chivato. El silencio entre los demás compañeros no hace más que agravar el problema.