La Policía Nacional trata de reconstruir las últimas horas de Milena Sánchez Castro, la joven de 20 años hallada muerta ayer en un piso de Madrid. La joven llevaba desaparecida desde hacía algunos días. Trabajaba como acompañante de lujo (escort), y esa tarde había quedado con un cliente.
Ese fue su último servicio, porque según la principal hipótesis fue asesinada a golpes por su cliente Alfonso. Lo que vendría después resulta aún más sorprendente. El sábado hallaron el cadáver de Alfonso, un hombre de 53 años, que se había ahorcado en su piso de la calle Fray Luis de León, en Arganzuela.
Al tratarse de un suicidio no hicieron ningún registro, y no se dieron cuenta de que había una puerta cerrada con candado. La investigación por la desaparición de Milena les llevó dos días después hasta el mismo piso. Cuando abrieron la puerta encontraron el cadáver de la joven, molida a palos.
Extraña desaparición
Milena era una joven de 20 años y de origen cubano que había residido con su madre en Guadalajara. Tras una discusión abandonó su casa y se mudó con su novio, con el que llevaba seis meses, a su piso de Alcalá de Henares. El miércoles 23 de noviembre, este joven se presentó en la comisaría de policía.
“Ha desaparecido mi novia, se llama Milena, tiene 20 años, es delgada y pelirroja”, explicó a los agentes. Descubrieron que el día anterior había quedado con un cliente en la Plaza de Jacinto Benavente. La madre de Milena, que ya no tenía relación con ella, se enteró de la desaparición por las noticias.
La policía inició una investigación para descubrir el paradero de la joven cubana, pero en un primer momento no hubo muchos avances. De pronto, el sábado, recibieron el aviso por un suicidio en un piso de la calle Fray Luis de León. El hombre de mediana edad se había ahorcado en el cuarto de baño.
Dos muertes en el mismo piso
Al tratarse de un suicidio sin indicios criminales, los agentes no registraron el piso ni vieron nada extraño. En paralelo, la investigación por la desaparición de Milena dio un inesperado giro este lunes. Alfonso, el hombre que se había quitado la vida el sábado, fue el último cliente de Milena.
Varios testigos aseguraron haberles visto salir juntos de un local la semana pasada. La señal del teléfono móvil de Milena marcaba como última ubicación el piso de Arganzuela. Fue durante este registro, ayer al mediodía, cuando descubrieron una puerta semioculta cerrada con un candado.
Al acceder a la habitación encontraron el cuerpo de una joven asesinada, con varios golpes en el cuerpo y en la cabeza. El cadáver estaba boca abajo en la cama y con signos externos de violencia. No había dudas que se trataba de Milena, la joven a la que buscaban desde hacía una semana.
Las últimas horas de Milena
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional está recabando pruebas para apuntalar la investigación. Trabajan con la hipótesis de que Alfonso mató a Milena a golpes y después se suicidó. Para esclarecer lo ocurrido tratan de reconstruir las últimas horas de la chica, y hay detalles importantes.
Cuando quedaba con un cliente solía compartir su ubicación con una amiga suya. El día de la desaparición se desplazó desde Alcalá de Henares, donde vivía, hasta un restaurante y un spa del centro de Madrid. Milena estuvo allí como acompañante de lujo de Alfonso, su presunto asesino.
La policía volvió ayer al lugar del crimen, el primero D de este edificio de Arganzuela, para recabar más pruebas. Los vecinos aseguran que Alfonso llevaba poco tiempo viviendo en el inmueble, y que era discreto y reservado. Pero también aseguran haber visto a Milena con este hombre varias veces.
La terrible muerte de Milena pone al descubierto la dura realidad de muchas chicas que se dedican a la prostitución. Tienen que ir continuamente con desconocidos en ambientes que no son siempre los más seguros. Desamparadas, desprotegidas, son la eslabón más débil de la violencia contra las mujeres.