Cobrar la nómina es uno de los momentos más esperados por la mayoría cada mes. Tenerla controlada es una tranquilidad y recibirla, siempre es una felicidad. Ahora bien, no siempre es estable y ahora Hacienda ha informado de una novedad que llegará a partir del nuevo año.
Concretamente, en enero de 2025, las nóminas de los trabajadores en España empezarán a experimentar modificaciones significativas. Todo ello debido a la implementación de nuevas políticas fiscales y de cotización. Estas medidas tienen como objetivo fortalecer el sistema de pensiones y promover una distribución más equitativa de las contribuciones sociales.
Asimismo, implicarán ajustes en los ingresos netos de los trabajadores y en los costes laborales para las empresas. Uno de los principales cambios en la nómina será el aumento progresivo del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Se trata de una contribución adicional introducida en 2023 para reforzar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social ante el incremento de jubilaciones previstas por la generación del baby boom.
Los cambios en la nómina a partir de enero
A partir de 2025, el MEI se elevará al 0,8% de la base de cotización, siendo asumido en un 0,67% por los empleadores y en un 0,13% por los trabajadores. Este porcentaje seguirá aumentando hasta alcanzar el 1,2% en 2029, manteniéndose en ese nivel hasta 2050. Este cambio reducirá ligeramente el salario neto de los trabajadores, al destinar una mayor parte de su salario bruto a esta contribución.
Otra novedad de las nóminas será la introducción de una Cuota de Solidaridad destinada a quienes perciben salarios superiores a la base máxima de cotización. Este nuevo tributo busca garantizar que los trabajadores con mayores ingresos contribuyan de forma proporcional al sistema de pensiones. Aunque no afectará a la mayoría de los empleados, quienes superen este umbral verán una reducción adicional en su salario neto.
Por otro lado, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) también será revisado. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha propuesto que el SMI crezca al menos en línea con la inflación, que ha promediado un 2,6% en los últimos meses. Actualmente, el SMI se sitúa en 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas.
¿Quiénes serán los más perjudicados por estas modificaciones?
Este ajuste busca alinearse con las recomendaciones de la Carta Social Europea, que establece que el SMI debe representar el 60% del salario medio. Para los empleados que perciben salarios bajos, este aumento será beneficioso, ya que protegerá su poder adquisitivo frente a la inflación. Sin embargo, para las empresas, representará un incremento en los gastos laborales, especialmente en sectores con alta proporción de trabajadores con ingresos mínimos.
Estos cambios en las nóminas a partir de enero reflejan el esfuerzo de la clase política de garantizar el sistema de pensiones a largo plazo. Ahora bien, estos cambios de Hacienda también suponen desafíos para los trabadores. De ahí que lo mejor sea revisar las nóminas y, en caso de dudas, consultar con un profesional para evitar que el nuevo año empiece con un disgusto.