José Ángel Romero Sánchez, de 42 años, era un apreciado agente de policía local en Jerez de la Frontera (Cádiz). Llevaba un mes de baja tras sufrir un accidente de moto en acto de servicio. Este miércoles ha fallecido en el Hospital de Jerez, por causas que todavía no han sido aclaradas.
El cuerpo del agente ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Cádiz, donde se determinará la causa del fallecimiento. A priori, todo apunta que su repentina muerte está relacionada con la caída de hace un mes. El agente sufrió lesiones que habrían terminado en un fatal desenlace.
La inesperada pérdida de José Ángel Romero ha supuesto un mazazo para la ciudad de Jerez de la Frontera. Era un agente de policía muy querido y se erigió en baluarte de la unidad canina del cuerpo. No han tardado en llegar las muestras de dolor por la muerte de este agente y padre de familia.
Empeoramiento repentino
José Ángel Romero Sánchez, de 42 años, era agente del cuerpo de la policía local de Jerez de la Frontera. Estaba casado con su mujer Virginia y tenía dos niños pequeños. El pasado 10 de junio, hace menos de un mes, su vida dio un trágico giro al sufrir un accidente cuando estaba de servicio.
El agente iba en motocicleta por la Calle Larga de Jerez cuando sufrió una caída justo antes de la Rotonda Casinos. Todo ocurrió después de que José Ángel recibiera una llamada por una intervención urgente. A partir de ahí empezó su calvario particular, ya que padecía secuelas a raíz del accidente.
Los continuos dolores le impidieron volver al trabajo y desde entonces se encontraba de baja laboral. Anoche empezó a sentirse indispuesto y perdió una gran cantidad de sangre. Tuvieron que hacerle varias transfusiones de sangre en el Hospital de Jerez, donde al final acabó falleciendo.
Estaba pendiente de unas pruebas
Ahora un forense tendrá que determinar la causa de la muerte, aunque apunta a un fallo multiorgánico provocado presuntamente por la caída de hace un mes. El agente estaba pendiente de que le hicieran las pruebas para determinar el alcance de las secuelas. Nadie esperaba su repentino empeoramiento.
Aún es pronto para determinar si la caída tuvo algo que ver, y habrá que esperar a los resultados preliminares de la autopsia. En todo caso, tendrán que averiguar también si se siguió el procedimiento médico de forma adecuada. Aunque hace ya días de la caída, aún no le habían hecho las pruebas.
El Sindicato Independiente de la Policía Local de Jerez (SIP) se ha pronunciado sobre la pérdida de su compañero. Han definido a José Ángel como “un afiliado, muy activo y colaborador” con el sindicato. Han aprovechado para enviar “el más sentido pésame a la familia” del agente fallecido.
Era el alma de la unidad canina
La trágica noticia ha causado una profunda consternación en las jefaturas de la Policía Local en Jerez y Barbate. José Ángel era un experto en perros policías y como tal se había convertido en el baluarte de la unidad canina. Él encabezó la batalla para consolidar una sección canina en el cuerpo.
Su figura como adiestrador de perros trascendió al ámbito local de Jerez, y era conocido en toda España. Solía participar en certámenes y exhibiciones demostrando sus habilidades como preparador de perros policía. La unidad canina de Jerez queda ahora huérfana de su gran inspirador.
La tragedia de su muerte es aún mayor porque el hijo mayor de José Ángel había hecho la comunión hace escasamente un mes. Sus compañeros aseguran que se desvivía por su familia y que siempre hablaba de su mujer y sus hijos con mucho orgullo. Su muerte deja un gran vacío en el núcleo familiar.
Adiós a 'Bizcochito'
José Ángel era un hombre bondadoso y afable, muy cariñoso, al que todos sus compañeros llamaban “Bizcochito”. El mote le viene de una época lejana en la que estaba más rellenito. Pero en los últimos años había empezado a hacer ejercicio y se encontraba en plena forma y con menos kilos.
De hecho, una de sus grandes pasiones era el deporte y participaba en maratones y pruebas de ciclismo de montaña. También disfrutaba paseando por la playa con su perros o acompañado por su familia. “Donde estés seguirás cuidando de nosotros, porque no sabes hacer otra cosa”, escribe un compañero suyo.