El fútbol gallego está de luto por la prematura muerte de Mario Bermúdez, con la mayoría de edad recién cumplida. Este futbolista, lateral del Imperator OAR de La Coruña, llevaba diez meses peleando contra un tumor cerebral. Luchó con gran entereza, pero finalmente ha fallecido.
La casualidad ha querido que su muerte coincida con la de otro joven futbolista gallego por la misma enfermedad. David Eiroa, jugador del CD Calasanz, ha muerto a los 17 años víctima de un tumor cerebral. Los dos jóvenes murieron en las mismas circunstancias con horas de diferencia.
Mario y David, los dos jóvenes fallecidos ayer por un tumor cerebral, estaban unidos por una pasión. Mario era socio del Deportivo de la Coruña, mientras que David jugó en la cantera del equipo blanquiazul de Riazor. La familia deportivista despide hoy a dos de sus jóvenes baluartes.
Mario, un gran aficionado al fútbol
Ayer murió Mario Bermúdez, lateral del Imperator que había cumplido los 18 años hace apenas un mes. Diez meses atrás le diagnosticaron un tumor cerebral contra el que luchó lleno de optimismo y de coraje. A pesar de la adversidad, nunca dejó de regalar su enorme sonrisa a los demás.
Su gran pasión desde pequeño era el fútbol, y cuando tenía cuatro años empezó a jugar en el Imperator. Además defendía con orgullo los colores de su Deportivo de la Coruña allá donde iba. Sufrió como el que más en la promoción, y acudió al estado para apoyar al equipo como hacía siempre.
Mario era también un gran aficionado al fútbol inglés y coleccionaba camiseta de los clubes de la Premier. Tenía un gran aprecio por el Chelsea, que hace dos años le dio la gran alegría de ganar la Champions. Solía lucir las camisetas del Impe, del Depor o de los blue cuando salía por La Coruña.
El gol de su vida
Mario era un asiduo a la plaza de As Conchiñas y la del Mercadona de la Ronda de Outeiro. Joven muy sociable y bromista, se había convertido en un imprescindible en su cuadrilla. Hoy, ya sin él, recuerdan cómo cogía el balón y corría campo arriba haciendo lo que más le gustaba.
El 10 de junio, cinco días antes de cumplir la mayoría de edad, celebró la graduación del Bachillerato en el Rafael Dieste. Vivió los últimos meses de su vida con gran sentido del humor y una energía desbordante. Soñaba que cumplía todos sus sueños mientras jugaba al FIFA, su juego favorito.
Su mejor recuerdo en el fútbol fue en el campo del Impe, cuando el árbitro pitó una falta en el medio del campo. Con mucha personalidad cogió el balón y lo coló en las redes de la portería rival. Y es que Mario tenía un golpe brutal, un gran talento para los pases largos y una gran confianza.
Su muerte ha golpeado especialmente a sus padres, Alberto y Marga, y a su hermana Iria. Su cuerpo fue velado por familiares, amigos y conocidos en el tanatorio, y hoy tendrá lugar su sepultura. Así se despide para siempre Mario, un joven que partió demasiado pronto pero vivió a tope hasta el final.
Lágrimas por David, otro joven fallecido
Ayer se conoció también la muerte en La Coruña de David Eiroa, un joven de 17 años que peleaba contra un tumor cerebral. Militó de pequeño en las categorías inferiores del Depor, y actualmente jugaba en el CD Calasanz. Su muerte también ha causado una profunda consternación en el deporte gallego.
En las últimas horas se han sucedido las muestras de dolor y pésame por el fallecimiento de ambos futbolistas. Sus familias han podido sentir el calor de muchas personas que han querido despedirse de ellos. Otros clubes y entidades de la provincia y de Galicia también han mostrado su pesar.