Luto en Alenquer (Portugal) por la muerte de un niño de un mes atacado por un perro en el interior de su casa. Un fatal despiste de su madre, que se dejó la puerta abierta para ir a tirar la basura, acabó de manera trágica. El can entró en la casa y mordió a la criatura de manera letal.
Las autoridades portuguesas recibieron el aviso del ataque este martes sobre las 15:42 horas. “Los padres del niño trataron de encontrar medios de socorro en el exterior de la vivienda”, detalló la policía. En el parking de un supermercado encontraron ayuda y le practicaron los primeros auxilios.
A pesar de todos los esfuerzos, el Instituto Nacional de Emergencia Médica (INEM) confirmó el fallecimiento. Los médicos tuvieron que atender también a los padres del menor, que se encontraban en estado de shock. Los dos perros de la familia han sido requisados y hay una investigación en marcha.
No se acordó de cerrar la puerta
Los hechos han ocurrido esta semana en Alenquer, una localidad cercana a Lisboa. La mamá del bebé recién nacido salió a tirar la basura pero no se acordó de cerrar la puerta. La familia tiene un perro de raza pastor belga que siempre está en el jardín, y que entró en casa a escondidas.
Por causas que ahora se están investigando, el can entró en la casa y mordió al niño en la cabeza y la cara. Al cabo de unos instantes entró la madre y encontró al bebé herido de gravedad, en medio de un charco de sangre. Ella y el padre cogieron al niño en brazos y salieron a pedir ayuda.
Llegaron hasta el parking de un supermercado, donde recibió asistencia a la espera de la llegada de los servicios sanitarios. Hicieron todo lo posible para salvarla la vida, pero finalmente murió. Los hechos han causado una profunda conmoción en Alenquer, un municipio de unos nueve mil habitantes.
El caso, en manos de la fiscalía
La víctima es un bebé de un mes de vida que vivía con sus padres en la vivienda donde ocurrieron los hechos. La policía portuguesa ha abierto una investigación y están a la espera de los resultados de la autopsia. Esperan arrojar un poco de luz para esclarecer este trágico suceso.
La primera medida ha sido trasladar el perro a la perrera municipal, ante el temor de que vuelva a atacar a otra persona. La fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer los detalles del macabro suceso. Tratan de esclarecer si los padres tuvieron algún tipo de responsabilidad, de manera directa o indirecta.
Si la puerta hubiera estado cerrada, el bebé habría salvado la vida, así que podría tratarse de un descuido con consecuencias fatales. En todo caso, inicialmente se baraja como principal hipótesis un accidente desafortunado. No había intención por parte de los padres, que están devastados tras lo ocurrido.
Una familia de lo más normal
Las autoridades locales han confirmado que la familia no se encontraba en la Comisión de Protección de Niños y Jóvenes. Tampoco eran objeto de ningún seguimiento por parte de los servicios sociales y municipales. No consta ninguna denuncia, ni se conocen antecedentes de negligencia o malos tratos.
El suceso provocó un gran despliegue de medios con seis vehículos y diez efectivos de los bomberos de Alenquer. También del servicio médico de emergencia y reanimación, donde había personal médico y psicólogos. El perro causante de la desgracia se encuentra en la perrera, por recomendación de la autoridad veterinaria.
Los perros de raza pastor belga tienen una increíble fuerza física y por eso están destinados por naturaleza al cuidado de rebaños y a la guardia y defensa. Pero también tienen un desarrollado olfato, que utilizan en las labores de rastreo. Presentan un aspecto agresivo que les ha acarreado fama de malos.