Consternación en Sevilla por la muerte de un trabajador de 28 años en el derrumbe de una nave industrial. Jesús, operario que trabajaba en la reforma de un edificio, murió aplastado por el techo de la nave en el polígono Aeropuerto de Sevilla. Había otros trabajadores con él, pero nadie más salió herido.
Este grave accidente laboral tuvo lugar ayer poco antes de las dos y media de la tarde. Los testigos aseguran que el techo de la nave se vino abajo de repente sin que la víctima tuviera tiempo para reaccionar. La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer los motivos del accidente.
Según el Ministerio de Trabajo, en el primer semestre de 2022 aumentaron un 18% los accidentes laborales en España. Lo más preocupante es el aumento del 20% de las muertes en el trabajo, un total de 394. La mayoría son por infarto, derrames cerebrales, atrapamientos, aplastamientos y accidentes de coche.
Un joven operario fallecido
El último de los accidentes laborales mortales en España tuvo lugar ayer, en una nave industrial de la calle Artesa de Sevilla. Varios operarios se encontraban trabajando en la reforma del edificio, cuando de repente se vino el techo abajo. Los testigos llamaron rápidamente a emergencias.
Jesús, un operario de 28 años, estaba manipulando una carretilla elevadora cuando se vio sorprendido por el derrumbe. Algunos compañeros trataron de rescatarle y practicar los primeros auxilios, pero todo fue en vano. El joven murió en el acto y los médicos solo pudieron certificar su defunción.
Bomberos, Policía Local, Policía Nacional y servicios médicos participaron en las labores de rescate y asistencia. Los bomberos iniciaron los trabajos de rescate mientras los perros de la unidad canina rastreaban en busca de más heridos. A pesar de que había más operarios en la nave, nadie más resultó herido.
La policía lo está investigando
Hasta el lugar se desplazó una comitiva judicial que autorizó el levantamiento del cadáver sobre las cinco de la tarde. El cuerpo sin vida de Jesús fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Sevilla para practicarle la autopsia. Mientras, la Policía Nacional recababa datos para la investigación.
Los compañeros del fallecido indicaron que el techo se vino abajo de manera sorpresiva. No vino precedido por ningún ruido o crujido que indicara que podría derrumbarse, y por ahora se desconocen las causas del accidente. Dentro del edificio había tres trabajadores pero estaban separados haciendo distintos trabajos.
Al producirse el derrumbe llamaron a su compañero afectado pero no respondía, ya que había quedado sepultado por los escombros. Fuera de la nave había más operarios que se sumaron a las desesperadas labores de rescate. Saben que es un milagro que sólo hubiera un fallecido, y que les podría haber tocado a ellos.
Rotos por el dolor
La policía cortó la calle Artesa para facilitar la labor de los servicios de rescate y la comitiva judicial. El lugar donde murió Jesús es una nave industrial que actualmente estaba en alquiler, tal y como anuncia un cartel. Las muestras de dolor invadieron rápidamente a los compañeros del trabajador fallecido.
Poco después llegaron al lugar de los hechos los familiares de Jesús, sumidos también en un sentimiento de desesperación. La policía precintó el espacio y la nave quedó cerrada, con las visibles consecuencias del derrumbe en su interior. Ahora es solo un nido de escombros, bajo los cuales perdió la vida Jesús.