El terremoto que esta madrugada ha sacudido el centro de Turquía y el noroeste de Siria ya ha dejado 600 muertos y centenares de heridos. La cifra de fallecidos es provisional y las autoridades no descartan que siga aumentando. Sigue la búsqueda de supervivientes entre los escombros de los edificios derruidos.
En Turquía las autoridades comunicaron el fallecimiento de 284 personas y más de 2.300 heridos. Los equipos de rescate y aviones de abastecimiento no dan abasto y el gobierno ha declarado el nivel 4 de alarma. El balance provisional es de 1.710 edificios derrumbados, y piden ayuda internacional.
En Siria, el gobierno ha comunicado el fallecimiento de 237 personas y unos 600 heridos. Centenares de edificios se han venido abajo en la mayoría de las provincias del país. Los gobernantes han convocado una reunión de emergencia para evaluar los daños y establecer los pasos a seguir.
Terremoto de magnitud 7,8
Los equipos de rescate trabajan a destajo para rescatar a los supervivientes de debajo de los escombros. “La situación es muy trágica, decenas de edificios se han venido abajo”, afirman desde la organización de rescate Cascos Blancos en Siria. Mientras, siguen llegando decenas de heridos a los hospitales.
En Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan se ha comunicado con los gobernadores de las ocho provincias afectadas. Las televisiones muestran a los rescatistas sacando heridos en mantas de debajo de la ruinas. No descartan que en las próximas horas aumente la cifra de fallecidos.
Los centros sismológicos informan de un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter, y de réplica importantes en territorio turco sirio. También se sintieron temblores tanto en la capital turca, Ankara, como en Chipre. La comunidad internacional ha empezado a reaccionar ante la tragedia.
La peor tragedia en veinte años
Los primeros testigos de la tragedia aseguran ante las cámaras de televisión que el temblor les ha sacudido “como si fuera una cuna”. Decenas de edificios se han venido abajo dejando centenares de muertos, entre ellos niños. Todos los esfuerzos se centran ahora en encontrar supervivientes y atender a los heridos.
La primera reacción ha llegado desde Washington, donde los Estados Unidos han ofrecido ayuda para hacer frente a la tragedia. Rusia también ha preparado aviones para sumarse a las labores de rescate. Se trata del seísmo más grave ocurrido en Turquía desde 1999, cuando murieron 17.000 personas.
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En Siria la devastación se añade a un país ya arrasado por más de cuatro años de guerra civil. El país afronta ahora esta nueva tragedia, y temen un colapso de los hospitales. Según informan los medios locales, el terremoto duró apenas un minuto pero fue suficiente para colapsar buena parte de la región.
Zona en alerta por seísmos
A pesar de varias réplicas de magnitud 4, las comunicaciones y los servicios básicos como agua y electricidad siguen funcionando en Turquía. Se ha organizado un enorme despliegue con perros adiestrados y profesionales de salvamento. Se han montado más de 8.500 tiendas para las personas que han perdido sus casas.
Turquía es un país acostumbrado a los terremotos, ya que el país está situado sobre varias fallas con una gran actividad sísmica. Pero los temblores suelen ser de baja magnitud y no causan grandes desperfectos. Hacía más de veinte años que no ocurría una tragedia de estas características.