Una vez más, el pez payaso se encuentra entre las cuerdas y esta vez por culpa del cambio climático. Estos peces viven en las anémonas y estas, a la vez, dependen de los corales que, debido al aumento de las temperaturas, la contaminación y la intrusión humana, están gravemente amenazados. Es por eso que, buscar a ‘Nemo’ cada vez será más difícil. Sin corales no hay anémonas, y sin anémonas no hay pez payaso.
Un estudio muestra que los peces payaso que residían en las anémonas que habían perdido su color mostraban altos niveles de cortisol en la sangre, la hormona que se libera como respuesta al estrés. Además, con el aumento de la temperatura de las aguas se ha observado que la frecuencia con la que los ejemplares ponen huevos ha disminuidoun 51% y la cantidad de huevos en cada engendro bajó un 64%. Mientras tanto, estos parámetros permanecieron sin cambios entre los peces alojados en anémonas no blanqueadas.
Los peces payaso ponen de 500 a 3.000 huevos dos veces al mes. Un día antes de que la hembra engendre, el macho limpia el área de la roca inferior a la anémona. Después, guarda y oxigena los huevos durante la incubación y las crías tardan en salir del cascarón una media de seis días. Entre los animales que vivían en las anémonas blanqueadas, los investigadores observaron una caída de un 73% en el número de huevos viables.
Un futuro complicado para ‘Nemo’
El científico del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, Francisco Saborido, alerta que «el cambio climático es constante, es decir, una vez que se blanqueen las anémonas van a morir y el impacto va a ser mucho mayor».
El investigador ve muy complicado hallar un remedio al descenso de fertilidad de los peces payaso: «Es muy difícil encontrar soluciones bioquímicas u hormonales que reviertan el blanqueamiento, ya que se trata de áreas enormes de coral. La mejor solución es evitar el cambio climático», concluye.