“Incluso quienes escapen de los desastres naturales, morirán de una enfermedad horrible”. Esa fue la predicción con la que Vangelia Gushterova, más conocida como Baba Vanga, adivinó la llegada del coronavirus. Esta abuela ciega pasó a la historia como una de las videntes más famosas.
A lo largo de sus 85 años, la vidente búlgara adivinó el desastre de Chernóbil, la caída de la Unión Soviética, los atentados del 11-S y el tsunami de 2004. Antes de morir en 1996, dejó una larga lista de predicciones que llegan hasta el año 5079. Esto incluye los vaticinios para el año 2023.
Para 2022 predijo el calentamiento global que provocaría el deshielo y la aparición de un virus letal en Siberia. También inundaciones históricas en varios países asiáticos y en Australia. Pronosticó una plaga de langostas en la India, escasez de agua y el impacto negativo de la tecnología.
Las predicciones de Baba Vanga para 2023
Cuando era una niña, un tornado arrastró a Vangelia dejándola ciega con los ojos llenos de arena y polvo. Ese fue un punto de inflexión en su vida, ya que según decía, empezó a recibir poderes sobrenaturales. Aseguraba poder adivinar el futuro, y esta es su predicción para el año que viene.
Una explosión nuclear
Entre todas las predicciones de Baba Vanga para 2023, la que más llama la atención es la que advierte de un desastre nuclear. La vidente que predijo el desastre de Chernobyl avisó que en 2023 estallaría una planta nuclear. Algo muy preocupante teniendo en cuenta lo que está pasando en Ucrania.
Hace apenas unas horas el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha amenazado a Europa con un ataque nuclear. Además, los rusos siguen controlando la central de Zaporizhzhya mientras la guerra continúa. La terrible predicción de Baba Vanga hace pensar que la cosa no acabará nada bien.
Un tsunami solar
La vidente búlgara también predijo la llegada de una tormenta solar masiva a una escala nunca vista en el planeta tierra. Según esta predicción, el sol liberará una gran cantidad de energía que causará cambios eléctricos, campos magnéticos y radiaciones. Esto causará grandes daños en la Tierra.
La primera consecuencia será un gran daño en toda la tecnología, que podría llevar a un apagón digital total. Esto no esta tan lejos de la realidad, ya que varios expertos ya llevan tiempo avisando de una posible tormenta solar. Según dicen, esto nos llevaría de nuevo a la Edad de la Oscuridad.
Armas biológicas
Las terribles predicciones de Baba Vanga para 2023 incluyen el desarrollo de armas biológicas por parte de un gran país. Estas armas serían ensayadas con humanos, provocando la muerte de miles de personas. Según la vidente, el año que viene veremos la letalidad de este tipo de armas.
Por ahora, la Convención de Armas Biológicas de Estados Unidos prohíbe este tipo de experimentos. Pero hay otros países, como China, que están especulando con una posible fabricación de armas biológicas. Esto pondría en serio riesgo la seguridad del planeta y la supervivencia de nuestra especie.
Cambio de órbita de la Tierra
Baba Vanga también predijo que en 2023 la Tierra experimentará un cambio de su órbita. No dio detalles sobre cómo se produciría este fenómeno, pero si ocurriera tendría consecuencias devastadoras. Cualquier pequeño cambio en el equilibrio del planeta conlleva cambios en el clima y el nivel del mar.
Además, si la Tierra se acercara al sol aumentarían las radicaciones y las temperaturas desatando desastres de gran magnitud. Los glaciares empezarían a derretirse y los mares subirían provocando una emergencia global. Por el contrario, si nos alejamos del sol, entraríamos en una nueva Edad del Hielo.
Fin de los nacimientos
Esta es la predicción de Baba Vanga para 2023 más extraña. Según la vidente, el año que viene marcará el fin de los nacimientos humanos naturales porque serán prohibidos por los gobiernos. Los líderes mundiales establecerán por ley que solo se pueda crear nueva vida en los laboratorios.
Según esta predicción, los líderes mundiales y los médicos expertos serán los encargados de decidir quién nace y quién no. Los padres tendrán la posibilidad de escoger los rasgos y la apariencia de los bebés. En todo caso, eso aumenta el temor a un descenso de la natalidad mundial.