La sonda china Chang'e 5 ha logrado recolectar muestras de roca y suelo lunares tan solo tres horas después de posarse en la región de Oceanus Procellarum (Océano de las Tormentas), un campo de lava situado en el margen oeste de la cara visible de nuestro satélite natural. El artilugio, compuesto por un módulo de descenso y uno de ascenso, despegó el pasado 23 de noviembre con el objetivo de traer material lunar a la Tierra por primera vez desde 1976. Tras su alunizaje exitoso ayer martes, rápidamente se puso manos a la obra. Comenzó con unos trabajos de preparación, incluido el despliegue de las alas solares.
La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), citada por Xinhua, ha anunciado que los trabajos de la sonda transcurrieron según lo planeado. De esta forma, terminó las tareas de perforación y empaquetado de muestras lunares a las 22.53 hora peninsular española, apenas tres horas después del alunizaje.
Dos tipos de muestreo
La sonda Chang'e 5 adopta dos métodos de muestreo lunar. Uno implica el uso de taladros para obtener muestras de un agujero de dos metros de profundidad. Este material actuará como un archivo de la Luna, con la información de hace mil millones de años. Por otra parte, un brazo mecánico recolectará muestras de la superficie, que darán a los científicos datos más actuales. En total, está previsto que el módulo recupere aproximadamente dos kilogramos de rocas y regolito (suelo lunar), las primeras muestras lunares obtenidas por China y las primeras que se traerán a la Tierra desde la década de los 70 del siglo XX.
Una vez obtenidas, las muestras se almacenarán en el ascendedor, que se elevará desde la superficie lunar para transferirlas al regresador y al orbitador que esperan en la órbita lunar. El encuentro no tripulado y el acoplamiento en la órbita lunar también será la primera tarea de este tipo realizada por China. Luego, en el momento adecuado, el módulo se separará del orbitador y llevará las muestras de regreso a la Tierra, que finalmente aterrizará en la Mongolia Interior, en el norte de China.
La cara oculta
La misión, bautizada en honor de la divinidad china de la Luna, es la continuación de los orbitadores Chang'e 1 y Chang'e 2, lanzados en 2007 y 2010, respectivamente. También sigue el camino de la misión Chang'e 3 que posó un aterrizador y un rover en la Luna, en 2013, y de la Chang'e 4, que posó otro aterrizador y otro rover en la cara oculta, en 2019, permitiendo incluso que una semilla germinara en el espacio. Tanto los aterrizadores de las misiones Chang'e 3 y Chang'e 4, como el rover de la Chang'e 4, siguen hoy en funcionamiento.
La misión Chang'e 5 está diseñada para tener una vida muy breve. Sin embargo, se confía en que tenga mucho impacto, por permitir importantes investigaciones sobre el regolito lunar durante muchos años.
¿De qué tipos de rocas está compuesta la Luna?
Según la Wikipedia, el conocimiento de la geologíalunar aumentó significativamente a partir de los años sesenta con las misiones tripuladas y automatizadas. Pese a todos los datos recogidos, todavía quedan preguntas sin responder que únicamente serán contestadas con la instalación de futuras bases permanentes y un estudio más amplio de la superficie.
Gracias a su cercanía, la Luna es el único cuerpo, además de la Tierra, cuya geología se conoce detalladamente y del que se obtuvieron muestras de distintas regiones. Las misiones tripuladas Apolo contribuyeron en la recolección de 382 kilogramos de rocas y muestras del suelo lunar, los cuales siguen siendo objeto de estudio útil para la comprensión acerca de su formación y la de otros cuerpos celestes. Algunas sondas del programa Luna de la Unión Soviética también trajeron de vuelta a la Tierra pequeñas muestras del suelo lunar: la Luna 16 (101 gramos), la Luna 20 (55 gramos) y la Luna 24 (170 gramos).