La Junta de Castilla y León ha aprobado una resolución que permitirá abatir 339 lobos durante las próximas tres temporadas de caza. La medida ha sido rechazada por WWF porque dan riqueza natural a sus bosques. A los grupos conservacionistas les irrita especialmente que se permita la caza en zonas donde existe un emergente turismo para ver lobos.
El lobo está catalogado como una especie cinegética al norte del Duero en esta comunidad, por lo cual la administración autonómica tiene competencias para conceder un número anual de ejemplares que pueden ser abatidos por los cazadores. Al sur del Duero, en cambio, es una especie protegida y no se conceden cupos de caza, aunque excepcionalmente se pueden hacer controles.
La Junta de Castilla y León ha autorizado de nuevo esta medida cuando hace un año el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJ) anulara el plan de gestión del lobo de la comunidad, para, dicen, tratar de mantener el equilibrio en este territorio y evitar los ataques en la ganadería.
Ecologistas como Blanca Berzosa lamentan esta iniciativa. «Las CCAA deberían apostar por reducir daños y no reducir poblaciones». Los grupos conservacionistas reclaman que se adopten medidas de prevención y defensa para afrontar los ataques del lobo al ganado; y «eso significa no sólo compensar los daños con indemnizaciones, sino acompañar a los ganaderos y darles ayudas para que pueden aplicar las medidas de protección».
Poblaciones de lobos para el turismo
En las comarcas donde habita el lobo, hay empresas de ecoturismo que ven la presencia deeste animal como un buen atractivo e impulso económico y lo prefieren vivo: «Deja un dinero repartido en toda la economía de la zona. El lobo vale más vivo que muerto», explicaba un técnico de desarrollo local de Zamora a las cámaras de la Sexta.
En la actualidad hay unos 2.500 lobos en la península, y es en Galicia y Castilla y León donde hay mayor concentración. De hecho, en provincias como León o Zamora se concentran 1.051 ejemplares, de los que en los próximos tres años la Junta permite cazar 339.
Pérdidas económicas para los ganaderos
Sin embargo, la mayoría de los ganaderos no lo ven así y relatan que por cada ternero que el lobo devora pierden 500 €. Pero en este sector hay excepciones: hay gente que cree que se debería apostar por la prevención, por ejemplo, en potenciar la crianza de mastines. Alberto, un pastor de la zona, explica a la Sexta que «se gasta diez euros diarios en pienso y unos 300 años año en vacunas. Deberían reconocerse como perros de trabajo».
Otras medidas preventivas además de los perros podrían ser el encierro de los animales por la noche, vallados eléctricos o estudios científicos que nos ayuden a prever el comportamiento de este animal salvaje