Un equipo de astrónomos ha anunciado el final de nuestra galaxia, la Vía Láctea, a causa de la colisión con Andrómeda mucho antes de lo que se pensaba, unos 4.000 millones de años antes. Los científicos explican en la revista 'Nature' que Andrómeda habría devorado al menos otras dos galaxias, al incorporar sus estrellas a su halo galáctico hace miles de millones de años, y advierten que su próxima víctima será nuestra galaxia.
El profesor Dougal Mackey, profesor de Astronomía y Astrofísica de la Universidad Nacional de Australia y codirector de ese estudio, resalta que «la Vía Láctea está en curso de colisión con Andrómeda en unos 4.000 millones de años, con lo cual resulta útil saber a qué tipo de monstruo se enfrenta» para descubrir el «destino final» de nuestra galaxia. Impactaríamos contra ella mucho antes que nuestro Sol explotase al quedarse sin combustible.
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Mackey también detalló que «Andrómeda, de 10.000 millones de años de edad y se encuentra a unos 2,5 millones de años luz, tiene un halo estelar mucho más grande y complejo que de la Vía Láctea y eso indica que habría sido capaz de absorber galaxias hasta más grandes que la nuestra». Para identificar las víctimas que devoró en el pasado, los astrónomos analizaron restos de grupos de estrellas conocidos como ‘cúmulos globulares’ mediante cinco telescopios y se sorprendieron de que eran de dos galaxias que procedían de direcciones completamente diferentes.
Tras este hallazgo, el objetivo de estos ‘detectives cósmicos’ es continuar su investigación porque el análisis de Andrómeda permitirá entender mejor la evolución que ha tenido la Vía Láctea. «Cavamos a través de los fósiles de galaxias muertas hace mucho tiempo», concluye Geraint Lewis, profesor de la Universidad de Sídney y coautor del estudio.