Si nos remontamos 80 millones de años atrás, justo durante el período Cretácico, el desierto de Gobi en Mongolia era todo un paraíso para los dinosaurios, especialmente aquellos que habitaban en grandes valles, un clima húmedo y en lagos de agua dulce. Actualmente, esta zona está considerada el mayor depósito de fósiles de estos animales en todo el mundo, razón por la cual se llevan a cabo unas tareas constantes de restauración que serán cruciales.
Hace cerca de cien años, el científico estadounidense Roy Chapman Andrews encontró los primeros nidos de huevos de dinosaurio del mundo, sin duda un punto de inflexión en la paleontología. Este hecho inspiró al director de cine Steven Spielberg a la hora de idear la saga de Indiana Jones. Un siglo después de esa hazaña, ya se han encontrado unos 80 géneros diferentes de estos animales, pero muchos de los habitantes de la zona aún desconocen gran parte del patrimonio científico de sus tierras.
Divulgación de los dinosaurios contra la falta de información
Según apunta una investigación de la ‘BBC’, la población de Mongolia, especialmente la del desierto de Gobi, sufría una gran desinformación sobre el patrimonio histórico de la zona. Asimismo, ha habido robos de decenas de fósiles encontrados en este punto, algunos de los cuales han sido incautados en otros países, como en Estados Unidos, con material valorado por 44 millones de dólares.
De hecho, en Mongolia los fósiles que se puedan encontrar, sean de dinosaurios o de otra especie animal, son propiedad del estado y las exportaciones están completamente prohibidas, razón por la cual a veces hay contrabando de este material. Ante esta grave situación y la desinformación de la población, el paleontólogo de Mongolia, Bolortsetseg Minjin, decidió fundar el Instituto para el Estudio de los Dinosaurios de Mongolia en 2007.
Esta acción contó con una inversión de 46.000 dólares para financiar talleres del museo en diferentes regiones, cosa que ha dado a conocer el patrimonio entre la población. «Antes de esto, no sabía nada sobre dinosaurios y ahora estas cosas me enorgullecen mucho», explica a la ‘BBC’ Nyambayar Purevdorj, de 15 años, que vive al lado del sitio de Tugrugiin Shiree, donde se encuentran los famosos "dinosaurios luchadores".
Un trabajo doble, el de informar a la población sobre la riqueza de sus tierras y trabajar para conocer más sobre los dinosaurios, que es crucial para entender nuestro pasado y hacer grandes pasos en el campo de la paleontología internacional.