Uno de los mayores riesgos de la civilización humana es la escasez de agua potable, sin este recurso no podemos vivir. La tendencia es que las fuentes de agua dulce de nuestro planeta vayan a secarse progresivamente. Un estudio de la NASA publicaba la incomoda verdad que entre el 2003 y el 2013 se consumió más agua de los acuíferos, de donde proviene el 35% total a escala mundial, de la que se logra recargar con las lluvias y la nieve.
Las previsiones de escasez de agua son críticas tanto en países en vías de desarrollo como en los países más evolucionados, por ejemplo, el caso de los Estados Unidos. Las conclusiones de una investigación publicada en ‘Earth Future’ revela que, a partir de 2071, 96 de las 204 reservas hidrográficas de este país no estarán en condiciones para suministrar agua potable a la población.
Las cuencas más afectadas por la sequía de los acuíferos y las reservas superficiales serían las del centro y sud de las Grandes Llanuras, las zonas del sudoeste y centro de las Montañas Rocosas, algunas zonas del sur como Florida, toda California y el medio oeste. El estudio señala como principal causa de la escasez al cambio climático y el aumento de la población.
Los expertos piden a las autoridades una mejor eficiencia y más ahorro en la red de suministro
Sufrir sequías extremas sucederá dentro de poco más de cinco décadas, vinculadas con lacreciente demanda de una población en aumento y con el cambio climático, que originará una mayor evaporación y menos precipitaciones en algunos estados. Incluso, el aumento de la temperatura anulará el efecto de mayores lluvias que se prevé que haya en otras regiones.
Esta situación en Estados Unidos, con posibles cortes de agua en 83 cuencas a mediados de este siglo, o en los países del sur de Europa, se podría revertir según los expertos si la población y la industria modifica sus costumbres del uso del agua.
Desde la agricultura y las actividades industriales, responsables del 75% del consumo anual, al suministro de agua a la población, anuncian que se debe reformular la manera en la que se utiliza el recurso y aumentar la eficiencia en su uso.
Un grave problema que se repite en todo el mundo
Además de la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos más grandes del mundo que contábamos anteriormente, el informe de una universidad británica explica que tardan muchísimo más en responder al cambio climático que el agua en la superficie.
Según los investigadores de la Universidad de Cardiff, «la mitad de las corrientes subterráneas del planeta responden dentro de una escala de tiempo humana de 100 años». Por lo tanto, los efectos de cualquier cambio en la recarga de los acuíferos, que depende de las lluvias, se manifestarán no en la actualidad sino mucho tiempo más tarde.
El Banco Mundial también trató el problema en su informe 'Cambio climático, Agua y Economía', de 2016, que señaló que para el 2050, la disponibilidad de agua potable será de un tercio de la actual, y agrega que la escasez tendrá graves repercusiones en la economía.
Por su parte, un informe de las Naciones Unidas advierte que para 2050, 5.700 millones de personas sufrirán sequías, superando a los 3.600 millones que padecen el problema en la actualidad. El estudio aseguró que el crecimiento de la población, los cambios en el consumo y el desarrollo económico hacen que la demanda mundial aumente un 1% cada año.