La Policía Nacional ha encontrado unos restos humanos en el vertedero de Toledo, donde buscan desde hace días a Ángel Fernández Silva. El niño de 11 años desapareció junto a su primo Fernando, de 17 años, el 10 de diciembre. Fernando apareció muerto en el mismo vertedero.
Ahora los forenses están trabajando para confirmar la identidad del segundo cadáver, aunque todo apunta a que se trata del menor. De hecho, según avanza Telecinco la familia habría confirmado que se trata de Ángel. Al parecer, la policía les ha confirmado que se trata del cuerpo del menor.
Se cierra así un episodio negro que empezó con la desaparición de los dos menores el 10 de diciembre en Carabanchel, Madrid. Todo apunta a que los chicos se escaparon para ir a Toledo, donde Fernando tenía una novia. Estaba casado y esperando un hijo, pero seguía enamorado de esa chica.
La investigación sigue abierta
La investigación de la misteriosa desaparición de los dos menores llevó a la policía hasta Toledo. El 15 de diciembre un operario de la planta de residuos de Toledo encontró unos restos humanos. Las pruebas forenses determinaron que se trataba de Fernando, el menor desaparecido días antes.
La policía centró la búsqueda del segundo menor en el mismo lugar, temiendo que hubiera sufrido la misma suerte. Días después y tras unas complicadas labores de búsqueda, la Policía ha hallado un segundo cadáver. A la espera de la confirmación del ADN, todo apunta a que se trata de Ángel.
La investigación sigue abierta para esclarecer qué ocurrió exactamente con estos dos primos. La policía estableció la muerte accidental como primera hipótesis, ya que en la autopsia no se apreciaban signos de violencia. Pudieron dormirse dentro de un contenedor, y acabar en el camión de la basura.
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Piden llegar hasta el final
Pero la familia de los menores ha pedido investigar hasta el final, ya que están convencidos de que hay terceras personas implicadas. Creen que Fernando pudo haber sido objeto de una venganza por parte de la familia de su mujer. El motivo, la relación extramatrimonial que mantenía con una menor de edad.
La familia de Fernando y Ángel ha asegurado que hay testigos que saben qué ocurrió y ha pedido protección policial para que puedan hablar. También han pedido más recursos para esclarecer estos hechos que han conmocionado a todo el barrio. De momento, todas las hipótesis siguen abiertas.
Lo único que se sabe es que los dos menores desaparecieron voluntariamente después de ir a comprar a un supermercado. Salieron por la puerta de atrás, entraron en el Metro y bajaron dos paradas después, en Marqués de Vadillo. A partir de ahí se les perdió la pista, hasta aparecer muertos en el vertedero de Toledo.
Iban siempre juntos
Los investigadores han mantenido en todo momento el contacto con la familia de los niños. Esta está representada por Juan José Cortés, el padre de Mariluz, que hacía de contacto con la policía y los medios de comunicación. Los dos menores estaban muy unidos e iban siempre juntos.
La búsqueda de Ángel ha sido todo un reto para la Policía Nacional, por el volumen de residuos que recibe diariamente el vertedero. Desde que apareció el primer cuerpo, el 15 de diciembre, la planta ha recibido 600 toneladas de basura diarias. Además, el lugar está lleno de gases y residuos tóxicos.
Por eso la policía estableció un plan especial de búsqueda que garantizara la eficacia y la seguridad de los efectivos. Primero se procedió a la paralización de la planta, y luego se recurrió a la unidad canina. Una vez señalizados los puntos calientes, se procedió a retirar la basura con máquinas especiales.