12/12/2018 16:45h
La posibilidad de comprar productos originales de todo el mundo, consumir comida del otro lado del planeta y comprar objetos a precios de saldo es posible gracias al comercio internacional y la movilización de mercancías entre los continentes.
Aun así, se detectan consecuencias negativas como por ejemplo que las plagas de chinches están aumentando en España por culpa de este fenómeno comercial y la falta de control de lo que llevan los contenedores.
Ezsa, una empresa de sanidad ambiental y control de plagas instalada en Cataluña, alerta que «se trata de una plaga que estaba prácticamente extinguida desde 1950». Su responsable de Sistemas Integrados, Ignacio Santamarta, lo relaciona directamente como un efecto de la globalización.
El representante de la empresa prosigue con las causas del incremento de la presencia de chinches en nuestros hogares. «El incremento de los viajes y el turismo, el tránsito de mercancías y equipajes contaminados, junto con la falta de inspecciones hacen de maletas y viajeros el medio de transporte perfecto para las chinches de cama».
El insecto es muy hábil para resistir en cualquier sitio de la habitación. Son muy parecidas a las pulgas y les gusta vivir en el ambiente doméstico, en la cama o en la ropa que tenemos en casa, en viviendas de climas temperados por todo el planeta. Su picada deja una marca blanca y puede causar molestias como picores y ardor en la zona donde el insecto ha mordido.
Aunque se crea que se ha exterminado la plaga, hay muchas posibilidades de volver a sufrir otra, y ha recomendado poner especial atención a las zonas más susceptibles: «Deben revisarse bien las ropas de cama, cabeceros y somieres, haciendo hincapié en hoteles y casas de alquiler, donde existe tránsito de viajeros», añade.
Con tal problemática en alza, la empresa Ezsa anuncia que ha lanzado la campaña 'Sin Chinches' para ofrecer tratamientos gratuitos a entidades sin ánimo de lucro hasta el 30 de abril.
