El hombre ha aniquilado el estado natural de la mayoría de los ríos del mundo por el empeño del progreso y los intereses económicos. Casi no hay cursos fluviales sin presas y pantanos, según demuestra un estudio presentado en la revista Nature. Desgraciadamente, el planeta solo mantiene un tercio de los ríos más largos del mundo sin estar condicionados por la actividad humana y el agua fluye de forma libre.
El estudio publicado este miércoles pasado está realizado por científicos de la Universidad de Montreal y de Colorado. Presentan muchos ejemplos de cómo la actividad humana interrumpe la circulación de los ríos, amenazando los ecosistemas y los recursos que estos ofrecen.
Según los datos de la investigación, solo el 37% de los 242 ríos más largos del mundo siguen fluyendo libremente. Además, los científicos determinaron que 21 de los 91 ríos del mundo, que superan los 1.000 km, aún conservan una conexión directa desde el nacimiento al mar.
El responsable del estudio, Günther Grill, y su equipo desarrollaron un método para evaluar exhaustivamente el flujo de los ríos con el que analizaron hasta 12 millones de km2 de aguas de todo el mundo. Estiman que los ríos que se conservan mejor en estado natural se limitan en gran medida a las regiones remotas del Ártico, en la Cuenca del Amazonas y la del Congo.
Ríos con caudales deficientes por culpa de las canalizaciones y los embalses
Los expertos concluyen que el flujo natural ha disminuido en cerca de la mitad de todos los ríos del mundo. Esto se debe a la construcción de presas, así como también por barreras al flujo lateral, la infiltración, el uso y las regulaciones del agua y la formación de sedimentos.
La investigación ha descubierto que hay alrededor de 60.000 grandes represas en todo el mundo, y más de 3.700 represas hidroeléctricas están actualmente planificadas o en construcción. Muchas de estas construcciones no presentan una evaluación decente de los impactos reales que puede provocar en toda la cuenca o región.
El 41% del volumen mundial de agua dulce está amenazado por obstáculos humanos que impiden que recorra su trayecto natural. Tanto las presas como los embalses son infraestructuras que contribuyen a la modificación de los ríos, ya que regulan e interrumpen su caudal.
La importancia de los ríos como ecosistemas es fundamental, ya que no solo proporcionan alimentos y agua, sino que hacen posible actividades económicas imprescindibles como la agricultura.