Logo whatsapp
Imagen de la galaxia R5519

Científicos españoles descubren un mundo gigante que desafía la teoría sobre la formación planetaria

Han descubierto un planeta gaseoso enorme que orbita en torno a una enana roja para el que la actual hipótesis de la formación de sistemas no tendría explicación

El descubrimiento de un inusual planeta extrasolar (exoplaneta) gigante que orbita alrededor de una estrella enana ha desafiado el modelo actual y la teoría que explica la formación de la mayoría de los planetas. Podría arrojar luz sobre el origen y la evolución del Sistema Solar.

Un equipo internacional liderado por científicos españoles ha detectado el exoplaneta gigante gracias al dispositivo ‘Cármenes’ que opera desde el observatorio astronómico de Calar Alto (Almería), y en la investigación han sido decisivos los datos obtenidos y contrastados también por el Observatorio del Montsec (Lérida), el de Sierra Nevada (Granada) y el de El Teide (Tenerife).

El astrónomo Juan Carlos Morales, del Instituto de Ciencias del Espacio y del Instituto de Ciencias Espaciales de Catalunya, ha subrayado que conocer cómo se forman los planetas es «crucial» para explicar cómo se ha formado el Sistema Solar, cuál ha sido su evolución y qué papel juega cada planeta en ese sistema.

En rueda de prensa ha explicado hasta hace 20 años «solo conocíamos los planetas del Sistema Solar» y ha precisado que descubrir y estudiar exoplanetas «nos permite desentrañar si la arquitectura de nuestro Sistema Solar es común en el Universo o no». «Yendo un paso más allá, podemos intentar descubrir si el nacimiento de la vida también es común o se tienen que dar unas condiciones muy especiales», ha observado el investigador.

Un extraño gigante de gas

El exoplaneta detectado por los investigadores es un gigante gaseoso, pero las teorías y los modelos actuales sobre la formación planetaria no contemplaban la presencia de este tipo de planetas orbitando alrededor de estrellas pequeñas, han subrayado los investigadores.

El proyecto ha descubierto este anómalo sistema planetario (por ahora un planeta confirmado, pero podrían ser dos) en torno a la estrella GJ 3512, una «enana roja» situada a 30 años luz de la Tierra, que llamó la atención de los científicos por su extraño comportamiento y porque los datos revelaban la presencia de un «compañero» (el nuevo exoplaneta).

Los datos revelan que la estrella es unas diez veces más pequeña que el Sol y similar a otras ya conocidas  que contienen planetas de tipo terrestre,  pero ninguna de ellas cuenta con planetas gigantes gaseosos  como el que acaban de descubrir los científicos. Algunas estrellas grandes, como el propio Sol, sí tienen planetas gigantes gaseosos, y las estrellas pequeñas (como GJ 3512) suelen tener planetas pequeños como Urano, ha explicado José Antonio Caballero, investigador del CAB y coautor del estudio.

El descubrimiento obliga a rediseñar el modelo actual de formación planetaria

El modelo más aceptado sobre la formación de los planetas es el «modelo de acumulación del núcleo», que se consideraba suficiente para explicar la formación de planetas gaseosos como Júpiter o Saturno en el Sistema Solar, y otros gigantes también gaseosos descubiertos alrededor de otras estrellas, pero nunca tan pequeñas como esta.

Esa teoría, parte de que los planetas gaseosos se forman a partir de núcleos rocosos que acumulan grandes cantidades de gas hasta alcanzar una masa gigante (como la de Júpiter, e incluso mayores), pero este modelo no sirve para explicar el nuevo descubrimiento.  «Hemos encontrado lo contrario, un planeta muy grande alrededor de una estrella muy pequeña; esto indica que puede haber otras vías para formar planetas», ha precisado Morales.

El científico sugiere que el exoplaneta se formó mediante un proceso de «inestabilidad gravitacional». Según han informado el CSIC y el CAB, el nuevo descubrimiento explicaría que los planetas gigantes gaseosos podrían formarse también directamente a partir de la auto-acumulación de gas y polvo, sin necesidad de un núcleo sólido que actúe como «semilla» de todo el proceso.

La investigación, cuyos resultados se publicaron ayer jueves en la revista Science, ha involucrado a centros de investigación de todo el mundo, entre ellos el Instituto de Ciencias del Espacio (IEE/CSIC), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA/CSIC), el Centro de Astrobiología (CSIC/INTA), el Observatorio de Lund (Suecia) o el Instituto Max Planck alemán.