Todo tuvo lugar el pasado sobre las dos y media de la madrugada. Según publicava el diario 'Sur', los dos miembros del cuerpo local, que iban de paisano, observaron como el detenido tenía sujeta por el cuello a la víctima contra una furgoneta.
Inmediamente, se dirigieron hacia él pidiéndole que soltará a la mujer pero el se nego en rotundo. Es más, continuo apretando el cuello de la víctima que ya tenía la cara amoratada y que no podía escapar o pedir ayuda.
Los agentes finalemnte intervienieron y consiguieron separarlos. Justo después, la mujer confesó que no era la primera vez que sufría un episodio como ese, pero nunca con tanta violencia. En su relato, explicaba que él había bebido y habían mantenido una discusión.