Andalucía y más concretamente la ciudad de Granada y sus alrededores vivieron a lo largo de la noche del martes al miércoles múltiples terremotos de distintas magnitudes que obligó a la gente a salir a las calles. El hecho de no poder prever cuándo se van a producir dichos temblores genera cierta incertidumbre en los ciudadanos. Aun así, los expertos prevén que el 'enjambre sísmico' de Granada continúe e insisten en que: «No se puede descartar un terremoto mayor».
El presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Manuel Regueiro ha declarado en el periódico 20 minutos que «En nuestro país se producen miles de millones terremotos al año, pero son pocos los que se dejan sentir. Se trata de una actividad natural y es bueno que se produzcan pequeños seísmos para evitar que se acumule la energía y desemboque en un terremoto mayor. Esa es la buena noticia de lo que está pasando en Granada. El 90% de los terremotos no los siente la gente. La máquina lo recoge y es una cosa continúa», explica.
Muchos terremotos no los apreciamos
Los terremotos se producen por «la colisión entre la placa africana y la euroasiática que está empujando y empuja unos milímetros al año esto hace que no lo notemos». Después esa colisión «genera una acumulación de energía y cuando esa energía se libera se produce el terremoto. Por eso, los geólogos saben dónde se van a producir gracias los mapas de riesgo, estudios de peligrosidad y a la serie histórica pero no saben cuándo se van a producir», aclara el geólogo.
Zonas más peligrosas
El experto señala «las Cordilleras Béticas son la franja donde están las zonas con más terremotos. Esta zona incluye el sur de Andalucía, Murcia y el sur de la Comunidad Valenciana: con las provincias Málaga, Granada, Almería, Huelva, Cádiz, Murcia y Alicante como los principales focos de peligro de seísmos en España».
El mapa del Instituto Geográfico Nacional recoge estas zonas como las de mayor peligrosidad sísmica, ya que son las regiones españolas más próximas al límite entre «las placas tectónicas euroasiática y africana. Es donde se producen los seísmos destructivos», añade. La segunda zona que supone cierto riesgo es la de los Pirineos. La cordillera pirenaica es la segunda región con más sismos de la Península Ibérica y se debe a la colisión de dos placas tectónicas, la ibérica y la europea. Por último, también está la mayor parte del contorno mediterráneo y parte de Galicia por una serie de fallas, pero no son grandes fallas para que ocurran seísmos catastróficos. Sin embargo, destaca Regueiro, no existe riesgo de «terremotos destructivos en estas zonas».
La importancia de cumplir la norma sismorresistente en las construcciones
Regueiro recuerda que «en 1884 se produjo un terremoto bastante menor que el mayor que ha habido ahora en la zona de Granada. Exactamente fue en Arenas del Rey, que causó daños en 106 poblaciones, 39 de las cuales fueron muy graves, quedando completamente destruidas». Además, Arenas del Rey y Ventas de Zafarraya tuvieron que ser reconstruidas. En ese seísmo murieron 1.200 personas y hubo unos 1.500 heridos y grandes destrozos.
Sin embargo, en esa época el país no estaba preparado para seísmos. El experto pone el foco en la importancia de la norma sismorresistente porque «no podemos predecir los terremotos. En España, a diferencia por ejemplo de países no desarrollados, hay un buen plan, pero insiste en que hay que actualizar y mejorar la normativa sismorresistente».
Entre otros aspectos, «es fundamental mejorar la protección de los edificios frente a los seísmos y exigir que se cumpla la ley del suelo y no construir en zonas de riesgo. Estas medidas son recogidas en un decálogo realizado en 2011 por el Colegio de Geólogos para minimizar los riesgos». También insiste en que la prevención es el camino y pide inversión para la investigación. «Son necesarios más fondos para mejorar la investigación geológica de los terremotos en España», añade.