El cielo no para de ofrecernos impresionantes eventos los últimos meses y el último ha tenido lugar la pasada noche del martes, 23 de febrero, hacia las 21:27h. En concreto, una espectacular bola de fuego de color azul y verde cruzó el cielo de media España por sorpresa de mucha gente que la pudo ver, especialmente en áreas del Mediterráneo, ya que a esa hora aún había movimiento en el exterior con miles de personas volviendo a casa del trabajo o de hacer deporte.
Concretamente, el impresionante bólido habría caído de norte a sur en pleno mar Mediterráneo y se pudo ver desde las Islas Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-la Mancha y Región de Murcia, principalmente, pero también hay personas que aseguran haber visto el rayo de luz celeste en algunos puntos de Andalucía, Aragón, la Comunidad de Madrid y, extraordinariamente, en Extremadura, en la otra punta de la península.
Así lo informa la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (SPMN), que investiga ahora la trayectoria exacta de la bola de fuego a través de las diferentes imágenes que han recopilado varias estaciones y de los comentarios de muchas personas en las redes sociales. Estos son los dos vídeos que captaron el espectacular evento desde Ibiza y Benicasim (Castellón):
El bólido no llegó a tocar tierra
En estas ocasiones, normalmente se trata de uno o varios trozos de roca espacial, o meteoro, que se han desprendido de un cometa y que, en un momento dado, son atraídos por la gravedad terrestre y acaban impactando contra nuestro planeta. Esto provoca que, una vez que entran en contacto con nuestra atmósfera, se incendien y se genera una gran bola de fuego con varios estallidos y colores azules, blancos y verdes que ofrecen una imagen espectacular.
No obstante, en la mayoría de los casos, como ha pasado en esta ocasión, el bólido es tan pequeño que, tras volverse incandescente, se acaba desintegrando a varios kilómetros de altura y no llega a tocar tierra. En el caso contrario de que llegara a impactar, pasaríamos a nombrar a esta roca como meteorito en lugar de bólido.
Esto ocurre muy de vez en cuando y, normalmente, no hay que sufrir ante un evento como este, así que mucha gente pude disfrutar del espectáculo sin ninguna preocupación. No obstante, cuando algún meteoro es más grande de lo normal y acaba impactando contra la superficie terrestre, las consecuencias son impredecibles.
En este sentido, todo depende del tamaño del meteorito, ya que la roca impacta a una velocidad de miles de kilómetros por hora y genera un cráter y una onda expansiva que puede causar daños materiales e, incluso, daños personales, como ocurrió en 2013 en Rusia, concretamente en Chelíabinsk, donde un meteorito de 20 metros de ancho provocó casi 1.500 heridos y daños en miles de edificios, sobre todo por la rotura de cristales.
En España, es habitual ver la caída de bólidos a lo largo del año, que ofrecen grandes espectáculos celestes para aquellos que tienen la suerte de verlos, como ha ocurrido estas últimas horas en el este de la península, principalmente. Se calcula que llegan a caer unos 500 anualmente en territorio español, cosa que demuestra la gran cantidad de elementos espaciales que llegan a impactar contra la Tierra a lo largo de un año en todo el planeta. Afortunadamente, hace mucho tiempo que ninguno de ellos acaba impactando contra la superficie.