Logo whatsapp
Juan Castro Trujillo

Las 2 versiones de la muerte de Juan, el joven asesinado en las fiestas de su pueblo

Investigan si fue golpeado mientras lo sujetaban o si murió al caer y golpearse contra el bordillo

El municipio granadino de Íllora, de apenas 10.000 habitantes, sigue siendo un polvorín días después de la muerte de Juan. Este joven de 19 años fue brutalmente agredido sin razón aparente por miembros de una familia conflictiva. Los agresores huyeron, y el culpable se entregó horas después.

Los vecinos del pueblo salieron a la calle reclamando justicia y pidiendo al alcalde que eche a los agresores del pueblo. La familia, a través de una carta, muestra su confianza en la justicia y pide que se restaure la paz y la convivencia. La comunidad gitana acusa al alcalde de racismo e incitación al odio.

Y la familia que estos días está en el punto de mira de todos defiende la inocencia del autor confeso y asegura que fue un accidente. La policía sigue investigando para determinar si Juan murió víctima de una paliza o al caer al suelo. Es un detalle importante, porque puede ser la diferencia entre la intención y el accidente.

La versión de la familia, los amigos y los vecinos

Desde el mismo día de los hechos, amigos y vecinos insisten en que Juan no murió sino que fue asesinado. Una versión compartida por la familia, según la cual los responsables “deben pagar su deuda con nosotros y con la sociedad”. Los testigos aseguran que el chico fue víctima de un asesinato.

Montaje con foto de Juan Castro
Los amigos de Juan lo llevaron a hombros en su último adiós | España Diario

Según esos testigos, antes de huir los agresores dijeron “nos da igual si muere o no”. Lo cual demostraría la total falta de escrúpulos de los autores de la paliza que acabó con la vida de la víctima. Uno de ellos fue atendido en el hospital porque se le dislocó el hombro durante la paliza.

Los testigos coinciden en señalar que Pablo, un chico sano y deportista que nunca se metía en líos, salía de la caseta disco cuando fue agredido. Iba en compañía de su novia y sus amigos, con los que había estado disfrutando de las fiestas del pueblo. Los agresores le agredieron sin mediar palabra.

Iban a por otro, y le tocó a él

El relato que hacen los testigos asegura que los agresores iban a por otra persona, pero no la encontraron y se liaron a tortas con Juan. Según esta versión, le tocó a él como le podría haber tocado a otro, fue solo mala suerte. A partir de ahí, se dan versiones distintas sobre el fatal desenlace de la pelea.

Las primeras informaciones apuntaban a que la víctima recibió un empujón y se golpeó la cabeza contra el bordillo. El joven pudo levantarse y andar unos metros con la intención de escapar, pero perdió el conocimiento. Los sanitarios intentaron reanimarle pero murió allí mismo, en la calle.

Pero varios testigos aseguran que no fue una muerte fortuita por una caída, sino que murió debido a la paliza que recibió. Esta hipótesis plantea que Juan fue golpeado mientras otras personas lo sujetaban. Y que después de la agresión fue cuando lo soltaron y cayó al suelo, ya herido de muerte.

Los agresores defienden que fue un accidente

El único detenido por la muerte de Juan es un joven de 23 años, que se entregó a la policía como autor de los hechos. Ayer pasó a disposición judicial, y el magistrado decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza. La investigación policial sigue avanzando para aclarar los detalles de la agresión.

Imagen del funeral de Juan Castro
Una multitud se congregó para dar el último adiós al joven | Ideal

La familia del detenido se ha pronunciado y ha negado que la víctima fuera objeto de una paliza. “Ha sido un accidente”, decía Pedro, hermano del joven detenido, “si fuera un asesino yo mismo le hubiera pegado un tiro”. Afirma que Juan se cayó, y que su hermano “no quería matar a nadie”.

Los vecinos piden que se marchen del pueblo, pero ellos no tienen la intención de irse. La Sociedad Gitana Española, apoyada por dos federaciones de mujeres gitanas, han puesto el grito en el cielo. Acusan al alcalde de incitar al odio y haber provocado que familias gitanas se vayan por miedo.