Pepe y Mari Carmen, un matrimonio grancanario, habían conseguido formar una familia y sacarla adelante con mucho esfuerzo. Alicia, su hija mayor, estaba a punto de cumplir su sueño. Estaba estudiando su último curso para ser maestra, y había conseguido una beca de Erasmus en Rumanía.
Sus padres y su hermana Cristina, de 15 años, aprovecharon el puente de diciembre para pasar unos días con ella. En su última foto, en la estación de trenes de Sibiu, se les ve felices y sonrientes. Era el cruel preludio de la tragedia que aconteció horas después con la muerte de los cuatro.
El adelantamiento imprudente de otro conductor en una curva con doble línea continua desencadenó la desgracia. Su coche impactó frontalmente con el vehículo que había alquilado la familia Rodríguez. Pepe y Mari Carmen murieron en el acto, y Alicia y Cristina horas después en el hospital.
Cuatro vidas rotas en un instante
La familia Rodríguez Rodríguez residía en el barrio de Hoya Andrea, en Las Palmas de Gran Canaria. Pepe tenía 67 años y había trabajado durante años en el Banco Hispano de Schamann. Sus compañeros le recuerdan como una persona buena y noble, un hombre generoso muy querido por todos.
Así era toda su familia, también su mujer Mari Carmen y sus hijas Cristina y Alicia. La menor estudiaba cuarto de la ESO en el colegio salesiano donde Alicia, de 21 años, había hecho las prácticas de maestra. Las dos eran muy queridas, y sus muertes han dejado a toda la comunidad educativa en shock.
“Eran dos personas excelentes, generosas y alegres, siempre dispuestas a escuchar y ayudar al compañero. Siempre involucradas con el colegio, a las que desde ya echamos de menos en nuestra casa. Son momentos duros y complicados para nuestra comunidad”, ha transmitido la institución.
Luto en Gran Canaria
La muerte de esta familia al completo es una de las peores tragedias que se recuerdan en la isla de Gran Canaria. Las redes sociales se han inundado de mensajes en recuerdo de los cuatro fallecidos. Mensajes desgarradores que revelan la consternación que está viviendo todo el entorno de la familia.
La Universidad de Las Palmas, donde estudiaba Alicia, también ha mostrado su pesar por tan dramática pérdida. En la misma residencia donde se alojaba la joven fallecida también se hospedan varios estudiantes de Gran Canaria. El vicerrector se ha desplazado hasta allí para ayudar en las gestiones.
El alcalde de Las Palmas, Augusto Hidalgo, también ha reaccionado a la desgracia familiar. A través de las redes sociales se ha mostrado “afligido ante la tragedia acaecida en Rumanía. No hay palabras con las que poder aliviar el dolor de los allegados, pero quiero expresarles mi más sentido pésame”.
Pendientes de la repatriación
Familiares, amigos y vecinos de la familia fallecida esperan ahora la repatriación para poder despedirse de ellos e iniciar el duelo. Será un proceso complicado, pero las autoridades españolas ya están trabajando en ello. Los cuerpos de los cuatro podrían viajar a Gran Canaria en los próximos días.
El portavoz del Gobierno canario, Julio Pérez, ha confirmado que están trabajando en ello junto con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ha aprovechado para enviar el pésame a los allegados. “Nos ha impactado a todos”, ha afirmado, con el firme deseo de agilizar los trámites de la repatriación.
Mientras, sigue en marcha la investigación policial para esclarecer el accidente mortal. Todo apunta a una imprudencia del conductor que adelantó por donde no debía e impactó contra el vehículo que conducía Alicia. Ahora se encuentra en estado grave en un hospital, acusado de cuatro homicidios dolosos.