Tomarse un selfie en según qué lugares se ha convertido en una actividad de riesgo que ya se ha cobrado varias vidas. La última, la de un empresario de 30 años que cayó al vacío desde un barranco de 100 metros. Esa fue la última foto que se tomó Andrea Mazzetto junto a su novia Sara.
Ha sido ella misma quien ha colgado la última foto que se tomaron juntos, justo antes de la tragedia. La pareja se encontraba de excursión en el Altar Knotto, un peñasco situado en la Meseta de Asiago, al norte de Italia. El joven perdió la vida al intentar recuperar el teléfono que se le había caído.
Andrea y Sara llevaban varios meses juntos y tenían muchos proyectos de futuro que ya no podrán cumplir. Ya solo queda, como último testimonio de su historia de amor, la última foto que se tomaron juntos. “Nuestra maldita última foto, siempre estarás conmigo, mi osito”, escribió Sara.
La fatídica excursión al peñasco
El Altar Knotto es un peñasco rocoso ubicado en una importante zona turística de Italia. Allí se encontraban el pasado sábado Andrea Mazzotto y Sara Bregante, una joven pareja amantes de la naturaleza y la escalada. Como todos los visitantes de ese lugar, quisieron hacerse el selfie de rigor.
Según explica la propia Sara, “al final del camino hay una pasarela corta y, cuando llegamos al peñasco, decidió subirlo”. La chica cuenta que ella sufre vértigo, pero que él la instó a subir. “Me dejé convencer y desde allí arriba hicimos algunas fotos, luego me pidió que posara al borde de la roca”.
La joven empezó a sentir náuseas y mareos, “tenía la cara pálida y me temblaban las piernas”. En ese momento se trastabilló y su novio le agarró de la mano, dejando caer el móvil entre los arbustos”. En el móvil había facturas y documentos importantes, así que Andrea no dudó en ir a por él.
‘Lo oí gritar, y desapareció’
Sara dice que quería ayudar a su novio a recuperar el teléfono, pero algo la frenó en seco. “Oí la voz de mi madre fallecida que me decía que me parara y volviera antes de que fuera demasiado tarde”, relata. Afirma que se asustó y volvió al punto de partida, mientras su novio seguía hacia adelante.
Las maniobras para recuperar el teléfono eran cada vez más complicadas, pero el joven no se rindió. “Le oí decir que tenía el pie atascado, y en cuanto consiguió liberarse la roca se desprendió y resbaló”. Según Sara, tras un vuelo de unos pocos metros “inmediatamente rodó hacia el abismo”.
“Lo oí gritar, y desapareció”, con estas palabras ha descrito esta joven de 27 años aquel traumático instante. Horas después decidió publicar el último selfie en Instagram, con un mensaje para su novio muerto. Un gesto que ha causado muchas críticas, ya que muchos lo consideran una frivolidad.
Sueños rotos
La chica se ha defendido diciendo que “a él le encantaba hacerse fotos y colgarlas en las redes sociales. No por vanidad, sino para tenerlas a mano y poder mirarlas cuando quisiera. Para él, Instagram era el equivalente a los antiguos álbumes de fotos, y por eso publiqué nuestro último selfie”.
“Quería recordarlo en ese último momento de felicidad, como él habría hecho”, ha aclarado Sara. El cuerpo de su novio fue encontrado por los bomberos y un equipo de rescate horas después del trágico suceso. A escasos metros de su cuerpo hallaron el móvil que estaba intentando recuperar.
La imprudencia del joven puso punto y final de manera trágica a la historia de amor de la pareja. Sara y Andrea llevaban seis meses juntos y tenían planes de convivencia, hasta el punto de que ya habían planeado tener hijos. Todos sus sueños se vieron rotos por una mala decisión.