El calentamiento global se hace cada vez más evidente con fenómenos naturales tan recurrentes como intensos, causando importantes cambios en el planeta. Muestra de esto son los primeros indicios de derretimientodel macizo glaciar Taku, situado en el campo de hielo Juneau, en Alaska, y objeto de estudio debido a su resistencia y expansión en las últimas décadas a diferencia de los de su alrededor que han reducido su tamaño.
El glaciar de montaña, considerado uno de los más profundos y gruesos en el mundo, fue fotografiado por la NASA en 2014 y posteriormente en 2018, imágenes que hoy muestran el retroceso de los bloques de hielo cercanos al río Taku, una zona estudiada desde 1946. Para el glaciólogo Mauri Pelto, del Nichols College de Massachusetts, «que la transición se produzca tan rápido indica que el clima invalida el ciclo natural de avance y retroceso que el glaciar habría tenido normalmente».
El último en resistirse al cambio climático
Durante casi cuatro décadas, Mauri Pelto ha estado estudiando el avance y la retirada de los glaciares en todo el mundo. Los ha visto sucumbir, uno por uno, al aumento de las temperaturas. De los 250 glaciares que ha visto, todos se habían retirado excepto uno: el glaciar Taku. Ahora, este nuevo análisis muestra que Taku ha perdido masa y se ha unido al resto de glaciares en retirada.
La situación era inevitable incluso para uno de los glaciares más espesos del mundo, con 1.480 metros de grosos, pero entre los periodos de expansión y retroceso suele haber décadas de estabilidad y en este caso solo duró unos años. Por ejemplo, el glaciar Baird en la cercana Glacier Bay dejó de avanzar durante tres décadas antes de que comenzara a mostrar signos de retirada.
Pero el glaciar Taku tuvo una breve pausa (2013-2018) y luego comenzó a retirarse en 2018. «Pensábamos que el balance de masa en Taku era tan positivo que podría avanzar durante el resto del siglo», dijo Pelto. «No creo que la mayoría de nosotros pensáramos que iba a retirarse tan rápido».