La investigación del caso de Ángela, la mujer de 60 años hallada muerta en una alcantarilla en Málaga, avanza rápidamente. La Policía Nacional ha detenido a dos personas más por su presunta implicación en el asesinato. Entre ellos un menor de edad, de 17 años, que habría actuado como cómplice.
Poco a poco, el Grupo de Homicidios va encajando las piezas de este macabro crimen en la barriada de Teatinos. La principal hipótesis es que el hijo adoptivo de la víctima, de 22 años, la mató con la ayuda del menor detenido. Lo habrían hecho por motivos económicos, según la investigación.
También han detenido a una mujer de 38 como presunta encubridora del crimen. El hijo de la fallecida y su cómplice, menor de edad, serán puestos a disposición del juez este viernes, y la otra arrestada también prestará declaración. La policía ya tiene elaborada una hipótesis de cómo ocurrió todo.
El último audio de la víctima
“Mi pequeño el otro día me rompió el mando de la televisión y el móvil. También me sacó el cuchillo y tengo miedo de él, porque viene aquí a casa, que tiene las llaves”. Es el mensaje de audio que envió a uno de sus hermanos Ángela días antes de que su hijo pequeño Ángel la asesinara.
En el audio se muestra nerviosa, presa del pánico y consciente de que su vida corre peligro. “Espero que no vuelva a ocurrir lo mismo, pero no me fío del niño”, expresa. Asegura tener “miedo” pero no quiere “meter a nadie en sus cosas”, y por eso no constan denuncias previas en la policía.
El audio forma parte de la investigación para esclarecer el crimen de Ángela Mérida Salado. Creen que su hijo Ángel, en compañía de un menor, la abordó en su casa de la calle Carril del Capitán y la mató. Luego la trasladaron hasta la alcantarilla y depositaron el cuerpo allí, a ocho metros de profundidad.
Una discusión por dinero
Ángel, un joven problemático y adicto a las drogas, vivía con su padre hasta que este se cansó y lo echó. Entonces se fue a vivir con su madre, con la que mantenía numerosas peleas en el domicilio. Los vecinos atestiguan las frecuentes disputas, normalmente por cuestiones de dinero.
El 25 de mayo, la mujer sacó 900 euros del cajero y madre e hijo comenzaron a forcejear. Fue el mismo día que desapareció Ángela, y la familia sospechó inmediatamente de su hijo pequeño. El hermano de la víctima fue a la casa y vio todas las ventanas tapadas, señal de que algo estaba pasando.
Días después el hijo mayor de Ángela, Juan, viajó de Sevilla a Málaga y encontró a su hermano y a amigos de este okupando la casa. Le sorprendió el olor a lejía nada más entrar y los armarios vacíos. Los vecinos habían visto a su hermano pequeño tirando bolsas de basura días atrás.
La principal hipótesis del crimen
Primero Ángel dijo que no sabía nada, luego cambió su versión asegurando que su madre había hecho las maletas y se había ido. Lo llevaron a comisaría “a ver si cantaba” pero no soltó prenda y tampoco había pruebas contra él. Todo dio un giro este pasado martes, con el hallazgo del cuerpo.
Fue el menor detenido quien habría confesado a la policía donde se encontraba el cadáver. La policía detuvo al hijo de la víctima en Torre del Mar, donde se había refugiado con su familia biológica. Junto a ellos fue detenida la madre del menor, una mujer de 38 años, por encubrimiento.
La principal hipótesis es que estrangularon a Ángela en su casa para robarle el dinero. La metieron en una funda de ropa y la transportaron hasta una alcantarilla en El Hoyo, a pocos metros de allí. El cuerpo fue descubierto el martes 12 de julio, encallado dentro de una tubería bajo la alcantarilla.
La trágica historia de Ángela
Ángela estudió Empresariales en la universidad donde conoció a Antonio, con el que se casó y se fueron a vivir a Fuengirola. Viendo que no podían tener hijos adoptaron a dos niños españoles. El mayor, Juan, tenía tres años y cuatro meses, y le menor, Ángel, era un bebé de 14 meses.
Ángela aparcó su profesión para cuidar a los niños y llegó a perder 20 kilos. Compraron un piso en la calle Carril del Capitán, en Málaga capital, donde 22 años después ocurriría el macabro crimen. La pareja empezó a tener problemas de convivencia hasta que en 2009 se separaron.
Los problemas se debían en parte al trastorno bipolar que arrastraba la mujer y que la había llevado más de una vez al hospital. Ella se quedó con los niños, pero mientras el mayor se casó y fue padre de una niña, el segundo fue por el mal camino. La causa, una discapacidad mental del 50%.