Mónica Pastoriza, una mujer de 52 años, desapareció el jueves 3 de noviembre tras salir de su casa en Moaña (Pontevedra). La buscaron incesantemente durante varios días, hasta que el miércoles hallaron un cadáver. Estaba en las rocas de Cabo Home, donde horas antes habían encontrado su coche.
Los forenses han confirmado que el cadáver encontrado el miércoles por la mañana es el de Mónica, la mujer desaparecida. La autopsia realizada por los forenses de Imelga de Pontevedra señala la causa de la muerte. No encontraron signos de violencia, así que descartan una muerte violenta.
La Guardia Civil de Pontevedra determina que Mónica Pastoriza murió por las lesiones causadas al caer desde un precipicio. El mismo precipicio donde aparcó el coche antes de precipitarse al vacío. Las circunstancias llevan a pensar que la mujer se quitó la vida, como así lo apunta la Guardia Civil.
Desapareció tras una riña familiar
Un marinero que trabajaba el miércoles por la mañana en la zona de Cabo Home, en Cangas, alertó de la presencia de un cadáver. Un helicóptero de la Guardia Civil de Pontevedra se desplazó hasta allí para rescatar el cuerpo. Se trata de una zona rocosa de Punta Subrido, cerca del faro de Barra.
El cuerpo sin vida de la mujer fue trasladado al aparcamiento de la playa de Melide, donde se iniciaron las labores de identificación. La Guardia Civil sospechaba en un 90% que se trataba de Mónica, la mujer desaparecida días antes. El cuerpo fue trasladado al anatómico forense para la realización de la autopsia.
El examen forense ha confirmado la identidad de la mujer y ha determinado que murió sin la ayuda de terceros, al caer por un precipicio. Aunque no se especifica, la posibilidad del suicidio está latente, a tenor de las circunstancias. Mónica desapareció tras una riña matrimonial al volver de un viaje en familia.
Trabajadora de un centro de salud
La principal hipótesis de la Guardia Civil, que lleva la investigación, es que Mónica se quitó la vida lanzándose al vacío. Esta mujer de 52 años, trabajadora del Centro de Salud de Moaña, era muy conocida en su entorno. Sus allegados la han buscado sin descanso con la esperanza de un feliz desenlace.
Mónica estaba casada pero atravesaba por problemas personas, que la habrían empujado a tomar una drástica decisión. El jueves de la semana pasada salió de casa con su coche, un Renault Clio rojo, y no se supo más de ella. Fue su marido quien, pasadas las horas, denunció la desaparición ante la policía.
El hombre se refirió a la discusión que habían mantenido antes de la desaparición, así que se pensó desde el primer momento en una huida voluntaria. Rastreando las cámaras de tráfico pudieron acotar la zona de búsqueda. Se montó un amplio dispositivo con policías de Moaña, Cangas, Bueu, Marín y Pontevedra.
Una mujer conocida y muy querida
La aparición del cadáver y la confirmación de su identidad ha sido un duro golpe para los familiares de Mónica. Era una mujer muy conocida y querida, así que tras su desaparición su entorno se movilizó para encontrarla. Difundieron su fotografía en las redes sociales y pidieron la colaboración ciudadana.
La situación de Mónica era muy parecida a la de otra mujer, Josefa Travieso, en Telde (Gran Canaria). Esta mujer de 54 años desapareció tras salir de casa sin dejar rastro, y poco después encontraron su coche abandonado. En este caso, sin embargo, no ha habido más noticias sobre el paradero de la desaparecida.
Josefa Travieso, de 54 años, desapareció el 31 de octubre en Telde y dos semanas después no hay ninguna novedad sobre su paradero. Denunciar una desaparición durante las primeras horas es fundamental para la investigación. En España desaparecen todos los años más de 20.000 personas.