Un trágico suceso ha causado una gran conmoción en todo el mundo, y en especial en el Reino Unido. Un padre ha matado accidentalmente a su hijo de tres años mientras este montaba en bicicleta. El progenitor no se percató de su presencia y dio marcha atrás con el camión sin mirar.
Guto Jenkins se disponía a salir con su camión de reparto para hacer una entrega en la localidad británica de Carmarthenshire. Su hijo Ialto estaba jugando pero su padre no lo vio y lo atropelló de forma accidental. El niño sufrió heridas de mucha gravedad que le acabarían costando la vida.
La policía ha abierto una investigación para esclarecer estos hechos, aunque todo apunta a un suceso accidental. El hombre se encuentra devastado y asegura que el sentimiento de culpa le acompañará toda la vida. Ha sido él mismo quien ha explicado cómo ocurrió, y ha dado todo tipo de detalles.
La peor llamada de su vida
Según ha explicado, quería llevarse a su hijo pequeño a hacer el reparto por el niño pidió quedarse en casa. Su padre dejó que se quedara con su hermana y su prima montando en bicicleta. Subió a la camioneta Volkswagen Amarok 4x4, revisó los espejos y se dispuso a salir de casa.
“No lo vi en ningún momento a pesar de mirar por los retrovisores y sobre mi hombro”, ha asegurado Guto. Explica que no vio ni escuchó nada fuera de lo normal, así que no se percató de que había atropellado a su hijo. Fue más tarde cuando recibió la llamada que hundió su vida.
“Recibí una llamada de mi madre diciendo que el niño estaba muerto, fue el peor momento de mi vida”, ha confesado. Desde entonces no deja de repasar mentalmente una y otra vez el trágico accidente. Aún no sabe exactamente con qué parte del vehículo pudo golpear a su hijo fallecido.
Qué dice la investigación
“Todavía tengo flashbacks”, ha afirmado, “no hay un solo día que pase sin pensar en él y en las circunstancias de su muerte”. Ha asegurado que es “una pesadilla con la que viviré el resto de mi vida, el dolor y la culpa no desaparecerán”. Ahora está siendo arropado por familiares y amigos.
La investigación policial apunta que el niño y su hermana se habían quedado con su padre en la granja familiar. Su padre, que lleva un negocio familiar de tierra vegetal, se acababa de recuperar del Covid. La abuela estaba trabajando con el portátil cuando ocurrió la tragedia.
La hermana del niño avisó a su abuela gritando “Ianto está muerto”, pero la mujer pensaba que estaba exagerando. “Es una niña muy dramática y al verlo tirado en el suelo pensé que se había raspado la rodilla”, cuenta. Cuando se acercó a pocos metros pudo ver que tenía la cabeza abierta.
La madre está en shock
La abuela del niño cubrió el cuerpo del pequeño con una toalla y llamó a su hijo para darle la trágica noticia. A continuación llamó a Chloe, la madre del menor, que se encontraba fuera con su nueva pareja. La mujer, de 27 años, entró en estado de shock pero pidió ver a su pequeño.
A pesar de la dura situación, Chloe no culpa a su expareja de lo ocurrido y se abrazó a su suegro cuando se vieron. La familia está intentando mantenerse unida para superar el duro trance. Ahora recuerdan con cariño al niño fallecido, un pequeño muy alegre y siempre con ganas de jugar.
Este tipo de accidentes son más frecuentes de lo que parece, ya que muchas veces los padres van con prisas. Por eso es recomendable tener siempre controlados a los menores al maniobrar con el coche. Estos sucesos resultan especialmente crueles, y los afectados necesitan ayuda psicológica.