Tras un viernes donde hemos podido ver el paso del último frente previsto de esta semana y que nos dejaba lluvias y chubascos que han cruzado la Península de oeste a este, llegando en zonas mediterráneas a lo largo de esta misma tarde, este sábado el anticiclón quiere ganar la partida a la circulación de borrascas atlánticas en gran parte del país, con temperaturas que subirán claramente durante las horas centrales de la jornada en gran parte de España, pero habrá algunas excepciones.
La primera de ellas, va a ser en Galicia, donde las nubes no van a acabar de desaparecer y las lluvias, aunque débiles, pueden volver este sábado. Por otra parte, de cara al domingo, la situación se va a complicar bastante en Cataluña y otras zonas del noreste peninsular debido a una entrada de vientos de levante que van a provocar precipitaciones en gran parte de la comunidad y a últimas horas de la jornada, llegarían también en Baleares y norte de la Comunidad Valenciana. Todo ello, con un descenso brusco de las temperaturas con ambiente plenamente invernal que haría bajar la cota de nieve en Cataluña hasta los 600 metros en comarcas de Girona.
En cuánto a Canarias, se mantendrán las nubes en el norte de las islas con posibilidad de algunas lluvias débiles, mientras que en el resto del archipiélago hará más sol y con temperaturas que subirán con más suavidad diurna.
El anticiclón quiere ganar la partida
Así pues, este sábado, 13 de febrero, empezará con cielos nubosos en Galicia, Pirineos, Baleares y este de Cataluña, donde se esperan algunas lluvias débiles en general, más probables en el litoral catalán y extremo noroeste de Galicia. En el resto de la Península, predominará el sol con solo algunas nubes de tipo medio y alto. En Canarias habrá más intervalos nubosos, pero con poca probabilidad de lluvias débiles en el norte de islas de mayor relieve. A primeras horas de la mañana habrá bancos de niebla matinales en el alto Ebro y el norte de la meseta Norte, pero que se marcharán con el paso de las horas.
Por otro lado, las temperaturas nocturnas bajarán bruscamente en toda la mitad oeste y centro peninsular, mientras que subirán ligeramente en el este, donde habrá más nubes. Volverán las heladas en muchos puntos del centro y norte peninsular. Las temperaturas diurnas subirán también en el centro, mientras que bajarán en el este peninsular. A lo largo del día, habrá que vigilar los vendavales de norte que soplarán con ganas en el noreste. En este sentido, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) sigue manteniendo las alertas por vendavales en estas regiones que podría superar los 80 km/h en muchas zonas:
Empeora el tiempo, pero solo en el norte del Mediterráneo
En cuanto al domingo, 14 de febrero, se complica el tiempo en el noreste peninsular, con un día de elecciones en Cataluña que empezará con precipitaciones, también en Baleares. Nubes más rotas en el resto del tercio oriental peninsular. Las precipitaciones en Cataluña podrían ser moderadas con una cota de nieve baja en torno a los 600 a 800 metros en el noreste. De forma más dispersa y ocasional, también llegarán las lluvias a Baleares y zonas de la Comunidad Valenciana. Intervalos nubosos en el noroeste de Galicia, sin descartar algunas lluvias débiles. En el resto del país, predominará el sol de nuevo, con intervalos de nubes medias y altas.
Con lo que hace referencia a las temperaturas, las máximas bajarán bruscamente en el noreste peninsular y el área mediterránea con un día que podría ser de crudo invierno en Cataluña, mientras que subirán en el resto. Mínimas en descenso en gran parte del tercio este peninsular, y en ascenso en el noroeste, con heladas débiles en la meseta Norte, en torno del sistema Ibérico, Pirineos y sierras del sureste.
El anticiclón ganará protagonismo
La semana que viene, todo parece indicar que el anticiclón seguirá con nosotros con noches frías y días muy agradables. Desaparecerá la inestabilidad y el frío del noreste, donde se impondrá el sol y temperaturas más elevadas de nuevo. La excepción podría ser Galicia, donde seguiría recibiendo las colas de frentes atlánticos que rozarían el noroeste peninsular dejando lluvias débiles y cielos más nubosos.