El número de muertos tras el paso del súper ciclón Amphan por las costas de la Bahía de Bengala, en la India y Bangladesh, se elevó este viernes hasta los 106, mientras el primer ministro indio, Narendra Modi, anunció ayudas por unos 132 millones de dólares tras presenciar in situ la catástrofe.
El estado indio de Bengala, en el este de la India, ha contabilizado hasta el momento 80 muertes, la mayoría de ellas a causa de accidentes por el derribo de árboles, objetos contundentes, cableado eléctrico y edificaciones.
Una tormenta peor que el coronavirus
El número de víctimas ha ido en aumento en los últimos dos días a medida que las labores de rescate avanzan y se restablecen las comunicaciones en las áreas más afectadas a las que los grupos de rescate no habían logrado acceder. Unos datos que confirman que el impacto del súper ciclón ha causado más daños que el paso del coronavirus por la zona.
Durante su visita a Bengala, en el que fue su primer viaje fuera de Nueva Delhi desde que se decretó el confinamiento total del país para contener la propagación del coronavirus el pasado 25 de marzo, Modi anunció un paquete de ayuda de 10 billones de rupias (unos 132 millones de dólares) para la restauración de las zonas afectadas.
El director de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres india (NDRF), Randeep Kumar Rana, indicó a EFE que en Bengala «las carreteras principales están despejadas para el tráfico y la energía eléctrica y la restauración de las telecomunicaciones en la mayor parte del área se han ido restaurando en cierta medida».
Además, añadió, algunas de las personas cuyas viviendas quedaron habitables han comenzado a regresar a sus hogares, aunque una mayoría permanece todavía en los refugios, y en distritos como el 24 Paraganas Sur, uno de los más afectados, «el trabajo de restauración está en pleno apogeo».
Las afectaciones en Bangladesh
En la costa bangladesí, que también fue golpeada con fuerza por el paso de Amphan, el número de muertos subió a 26 en las últimas horas, indicó a Efe la portavoz de la sala de Control de Operaciones Sanitarias de Emergencia, Ayesha Akter.
La mitad de las víctimas pertenecían al distrito de Jashore, fronterizo con la India, donde no se tomó la precaución de evacuar a la población por no ser un área a la que suelen afectar las tormentas, explicó a Efe el director del Programa de Preparación para Ciclones de Bangladesh, Nur Islam Khan.
Khan indicó que las labores iniciales estuvieron centradas principalmente en 13 distritos de la región que se ven afectados por el frecuente paso de tormentas e inundaciones, pero que al paso de Amphan, otros seis distritos que no habían experimentado antes desastres naturales quedaron afectados por el ciclón.
«Nunca había visto una tormenta como esta, ni siquiera mi padre había visto algo así. La tormenta continuó durante casi 11 horas, causando grandes daños. La mayoría de las casas de cobertizo quedaron aplastadas, algunos edificios también sufrieron daños debido a la caída de árboles, los cultivos fueron destruidos por completo», relató a Efe Saifuzzaman Nannu, que vive en Jashore.
Nannu, profesor de escuela, aseguró que no disponen de ningún refugio para ciclones en su zona, por lo que la administración local les pidió que se trasladaran a un colegio, «pero la gente casi no hizo caso porque no habían experimentado este tipo de desastres».
La Bahía de Bengala suele sufrir el paso de ciclones que suelen ocurrir entre abril y mayo, y octubre y noviembre, aunque las nuevas tecnologías de prevención han ayudado a la India y Bangladesh a disminuir de forma abrupta las víctimas por estas catástrofes.
Apoyados al minuto por los satélites meteorológicos indios, la India y Bangladesh lograron evacuar a tiempo a cerca de 3 millones de personas a ambos lados de la frontera, evitando así catástrofes como la de 1999, cuando un ciclón similar golpeó el estado de Odisha, limítrofe con Bengala, dejando más de 9.000 muertos. Indira Guerrero y Azad Majumder