Teresa Ariño

Teresa, la española que se fugó de una ambulancia y está desaparecida

Su marido tuvo que ir hasta el hospital en taxi y una vez allí no la encontró

El 28 de agosto de 2022 fue el último día que Miguel Perea vio a su mujer. Teresa Ariño, de 58 años, desapareció durante el trayecto en ambulancia desde su casa al hospital. “No me dejes Miguel” fueron las últimas palabras que Miguel oyó de su mujer antes de que desapareciera.

No le permitieron subir a la ambulancia para acompañar a Teresa, le dijeron que se la llevaban al Hospital Santa Bárbara de Soria. Miguel pidió un taxi y se dirigió lo más rápido que pudo hacia allí. Sin embargo y para su sorpresa, al llegar allí no encontró a su mujer.

Preguntó al personal del hospital y la única respuesta que obtuvo fue la de una enfermera medio riéndose. Le dijo que su mujer había empujado a un enfermero y había salido corriendo. También añadió que “aquí no se puede retener a nadie que no quiera estar”.

Miguel, incrédulo ante tal respuesta, volvió a llamar al taxi con el que se acercó al hospital. Estuvo recorriendo las calles sin cesar, pero no encontró ni rastro de ella.

Una mudanza obligada, el detonante

Miguel y Teresa vivían en un piso de alquiler junto a sus dos perros. Sin embargo, un día el propietario de la vivienda les anunció que debían dejar el piso. Miguel encontró un nuevo hogar alrededor de Soria.

La pareja buscaba un lugar donde aceptaran tener mascotas, pero por mucho que buscaron no lo encontraron. Al hecho de tener que dejar su casa, se le sumó el tener que deshacerse de sus otros miembros de la unidad familiar: sus dos perros. Finalmente tuvieron que dejar a los animales en una ONG.

Fue cuando comenzaron las visitas al médico. Teresa estaba nerviosa y comenzó a sufrir por primera vez ataques de pánico. Según apuntó su marido Teresa era una mujer tranquila, una persona apasionada de la lectura y de las plantas.

Su mujer empezó a obsesionarse. Repetía que la policía vendría a por ella y se la llevaría porque el piso estaba sucio, cosa que era mentira. Teresa también lloraba y temblaba porque decía que Miguel la iba a dejar.

La doctora la derivó a su médico de cabecera. La segunda visita al médico se resumió en que le recetaron 3 pastillas, una para cada día. A Teresa pareció funcionarle la medicación.

El cuarto día Teresa volvió a sufrir otra de sus crisis. Miguel decidió ir a urgencias esa misma tarde.

Una vez en el hospital la doctora comprobó el estado de Teresa haciéndole una serie de preguntas. Entre ellas “¿en qué año vivimos?” o “¿en qué estación estamos? Teresa respondió 2020 y primavera. Se encontraban a finales de agosto del año 2022.

A pesar del grave estado de desorientación en el que se encontraba mandaron a Teresa a casa. La doctora alegó que estaba bien. Miguel poco más pudo hacer y regresó a casa con su mujer.

A las 9:05 de la mañana Teresa volvió a sufrir otra crisis. Fue cuando Miguel llamó a la ambulancia y no dejaron que él subiera con ella. Ese fue el último momento en el que la vio.

La última pista de Teresa

Miguel colgó más de 5000 carteles con la foto de Teresa, con la esperanza de que alguien pudiera aportar información sobre su paradero.

Días después de su desaparición, un pastor afirmó haber visto a Teresa. Fue a unos 18 kilómetros de la zona del hospital. El hombre explicaba que la vio con un brazo sangrando y en estado de desorientación. 

Miguel puso una denuncia en la comisaría de Policía Nacional. Recorrió todos los lugares que sabía que Teresa frecuentaba por si la encontraba allí. Incluso se desplazó a localidades como Logroño o León a preguntar a sus habitantes por ella.

Por su parte, la policía organizó batidas con perros, drones y buzos. En ninguno de los intentos se encontró ni una sola pista.

Han pasado cuatro meses desde la desaparición de Teresa. Miguel mantiene la esperanza de encontrarla y sigue buscando sin cesar cualquier indicio que le acerque al paradero de su mujer.

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