El coronavirus parecía cosa del pasado hasta hace unas semanas, pero lo cierto es que jamás ha llegado a desaparecer por completo. Aunque la pandemia había pasado a un segundo plano, un repunte de contagios la ha vuelto a poner a la orden del día.
El aumento de casos y hospitalizaciones de estos últimos días han llevado a España a vivir la séptima ola de coronavirus. Los datos recogidos por el último informe del Ministerio de Sanidad señalan que nuestro país se encuentra en una fase explosiva.
Si bien es cierto que la gran mayoría de casos no son graves, los datos reflejan el reciente crecimiento exponencial de diagnósticos de coronavirus. La incidencia acumulada (IA) aumentó un 30 % a 14 días, y un 40 % a 7 días.
La séptima ola de coronavirus podría ser peor que la sexta, según señalan los expertos
Actualmente la incidencia se sitúa en los 800 casos por cada 100 000 habitantes en mayores de 65. Sin embargo, se encuentra por encima de los 1.000 casos en mayores de 80, los únicos grupos de edad que se contabilizan desde hace meses al considerarse vulnerables.
A todo ello, cabe destacar que ya no se realizan test diagnósticos en centros sanitarios a no ser que se trate de casos graves o personas de riesgo. Así pues, muchas personas se enteran de su positivo en coronavirus a raíz de un test realizado en casa, por lo que la notificación del contagio no llega a Sanidad. Por lo tanto, se contabilizan menos casos de los que realmente se producen.
Las cifras ya se están acercando a los máximos que se alcanzaron en mayo, cuando se dio por concluida la sexta ola. Sin embargo, los expertos creen que estas cifras están muy lejos del pico, que prevén que podría alcanzarse en tres o cuatro semanas.
Por lo que, si todo continúa como se prevé, julio podría ser un mes muy complicado en cuanto al coronavirus. Tanto por el número de contagios, como por la saturación hospitalaria que podría haber.
‘El coronavirus actual es muy distinto al original’
El COVID-19 ha ido mutando en distintas variantes a lo largo de estos dos años, como XE, Delta o la más reciente, Ómicron. Algo que cabe destacar es que las subvariantes BA.4 y BA.5 de Ómicron tienen capacidad para reinfectar a personas que ya han pasado por la enfermedad, hecho que provoca que las tasa de transmisión sea muy elevada.
A pesar de que las cifras actuales están lejos de ser preocupantes para los expertos, el coronavirus sigue golpeando con fuerza en nuestro país. Y, aunque la previsión del Ministerio de Sanidad era que el coronavirus se convirtiera en una endemia a finales de 2022, parece que los pronósticos no se van a cumplir.
‘Podemos comenzar a hablar de COVID-22’
A raíz de los sublinajes que han ido apareciendo, se ha podido ver que el comportamiento que presentan las personas infectadas ha ido cambiando. Así pues, algunos expertos ya se atreven a hablar de una nueva enfermedad.
El viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública de Madrid, Antonio Zapatero, se atreve a llamarlo COVID-22. “El coronavirus actual es muy distinto al original, es una enfermedad diferente, de modo que podemos comenzar a hablar ya de COVID-22”, señaló.
“El coronavirus de ahora es una enfermedad causada por un virus distinto, provocada por mutaciones diferentes al original, por lo que tiene también un resultado clínico distinto”, aseguró Antonio Zapatero, recientemente, en Redacción Médica.
Además hizo hincapié en que “la transmisión de la enfermedad en estos momentos es muy alta, y así lo detecta el sistema Vigia”. Aunque también destacó que, de momento, el número de hospitalizados es muy bajo.