Sebastian Galassi, un joven repartidor de 26 años, murió el pasado sábado en Florencia al ser atropellado mientras realizaba una entrega. El joven trabajaba para la empresa española Glovo y cubría el turno de noche. Al día siguiente recibió una notificación informándole de su despido.
Sebastian nunca llegó a realizar el pedido ni tampoco llegó a ver el mensaje de despido. Murió en el hospital al día siguiente del accidente, en el que un Land Rover embistió su motocicleta. Ese mismo día recibió un mensaje que decía “su cuenta ha sido desactivada por incumplimiento de las condiciones”.
Mediante este mail los repartidores son automáticamente despedidos. El caso ha causado una gran indignación y vuelve a abrir el debate sobre este tipo de trabajos. La empresa ha dado la cara y ha declarado que el desagradable incidente se produjo por un error informático.
No pudo realizar su reparto
Glovo es una empresa de reparto catalana que tiene un sistema de mensajeros autónomos en Italia. El sábado, Sebastian se dirigía a realizar un reparto de noche cuando su moto fue embestida por un todoterreno. Los servicios sanitarios lograron salvarle la vida, pero murió al día siguiente en el hospital.
Galassi no pudo completar la entrega del pedido, y como es habitual en esa empresa al día siguiente le despidieron. La noticia de su despido le llegó al teléfono mediante un mensaje. Al salir a la luz el caso se ha generado un gran revuelo y señalan a la empresa por el trato a sus trabajadores.
La empresa ha salido al paso de las acusaciones y ha dado explicaciones sobre lo ocurrido. Aseguran que el envío del mensaje se debió a un error informático, y se han ofrecido a pagar parte de los gastos del funeral. También se han puesto a disposición tanto de la familia como de las autoridades.
La versión de la empresa
Sebastian era estudiante de diseño gráfico y empezó a trabajar en Glovo para sacarse un dinero extra. Trabajaba los fines de semana y los festivos y ganaba en torno a los 600 euros. Este miércoles el sindicato de repartidores ha celebrado una huelga general movidos por la indignación.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento del repartidor Sebastian Galassi como consecuencia de un accidente de tráfico en Florencia, Italia. Estamos en contacto permanente con su familia para apoyarles en estos momentos tan difíciles”. Así lo ha expresado el portavoz de Glovo.
Según han explicado, “al suspender la cuenta para proteger su identidad, un mensaje automático fue enviado por error a su familia”. Por eso han lamentado públicamente lo ocurrido y han reiterado su apoyo a la familia. También han dicho que harán “todo lo posible para ayudarles en esta difícil situación”.
Dolor en el entorno del fallecido
La muerte de Sebastian ha causado una gran indignación pero también mucho dolor entre sus allegados. Valentina llevaba dos años de relación con él y era su prometida, ahora no puede creer aún lo ocurrido. “No se merecía una muerte así”, afirma devastada, “era una persona excepcional”.
“Nadie merece un final así, pero de verdad era un chico de oro, nunca me cansaré de decirlo, era un ángel en la tierra”. Sin las palabras de la novia de Sebastian, que ha afirmado que su sueño era ser diseñador gráfico. Por su parte, el sindicato italiano lo ha calificado como “otra muerte inaceptable”.
El sector de los riders está en el ojo del huracán porque “la seguridad en el trabajo sigue siendo un derecho a conquistar”. Denuncian que los salarios no son dignos y los riders trabajan en una situación precaria. “Se lanzan a correr por las calles porque un algoritmo les empuja a correr por 600 euros”, afirman.