El pasado día 3 de enero, Rosa, una mujer de 54 años, mató presuntamente a su marido, Clemente, de 64 años. La tragedia sucedió en Fuenlabrada, en Madrid, concretamente en la vivienda en la que ambos residían. La mujer acabó con la vida del hombre por envenenamiento y posteriormente se suicidó.
Se trata del primer homicidio de este año 2023 en Madrid. No hay constancia de denuncias previas por violencia de género ni tampoco órdenes de alejamiento.
Fueron los familiares de los fallecidos quienes realizaron las llamadas al 112. El domingo por la noche, los hijos del matrimonio fueron a casa de sus padres a realizar una visita. No quedaron muy tranquilos con el comportamiento de su madre, por lo que al día siguiente los llamaron para ver cómo se encontraban.
Sin embargo, no respondían a ninguna de las llamadas. Al no recibir contestación por su parte ni tampoco acudir al timbre de la puerta se comenzaron a preocupar. Fue entonces cuando los hijos decidieron dar la voz de alarma y llamaron a emergencias.
Los servicios sanitarios de emergencias llegaron al lugar de los hechos sobre las 13:00. Cuando entraron en el domicilio, situado en la calle Islandia del barrio del Naranjo, encontraron a las dos personas fallecidas en una misma habitación.
Ninguna de las dos personas presentaba signos visibles de agresión. Los hijos tuvieron que reconocer a las víctimas. El personal médico de urgencias tuvo que asistir a los familiares debido a que sufrieron un ataque de ansiedad.
Previamente a la realización de la autopsia, que pretendía determinar de qué manera se produjo el envenenamiento, se realizaron varias hipótesis. La principal indica que se llevó a cabo con lejía, amoniaco o con una sobredosis de medicamentos mezclados con bebida.
En el lugar del crimen se encontraban diversos productos de limpieza, además de varios fármacos, con lo cual resultaba una opción altamente probable. Por su parte, la mujer acabó con su vida colgándose con una cuerda de una litera.
Rosa padecía una enfermedad mental
Según ha podido informar el personal de la investigación, es probable que Rosa sufriera algún tipo de enfermedad mental. La presunta asesina antes de llevar a cabo el crimen, escribió una carta de despedida que dejó en el salón de la vivienda.
En la carta confesaba que necesitaba terminar con su vida, por lo que no podía abandonar y dejar solo a su marido. “Acabo con todo, no quiero dejar a vuestro padre”. En sus palabras daba a entender que mataba a su marido para que no tuviera que sufrir tras el suicidio de ella.
Es el motivo por el cual decidió arrebatarle la vida a él también. Rosa se encontraba medicándose y ya se había autolesionado en otras ocasiones.
El contenido de la carta es lo que hizo a la policía reafirmar que el motivo del asesinato no era la venganza ni nada relacionado con malos tratos.
Los resultados de la autopsia descartaron que Clemente fuera asesinado por lejía o amoniaco. La víctima no presentaba signos de quemaduras o agresiones por ningún producto.
Ahora se permanece a la espera del examen toxicológico, que determinará las causas de la muerte. Los resultados del informe corroborarán si la medicación que tomaba Rosa fue lo que usó para matar a su marido. Se baraja la opción de que la mujer le suministrara los medicamentos a Clemente, provocándole de esta manera una sobredosis por ingesta desmedida.
Los vecinos de la comunidad afirman no haber observado ningún indicio que resultara preocupante. El suceso ha sido algo inesperado por todos. Aseguran que la pareja era un matrimonio normal y corriente, y nunca se hubieran imaginado que algo así podría llegar a ocurrir.