Sin palabras. Conmoción en el rugby británico a causa del prematuro fallecimiento de Ricky Bibey, mito del deporte inglés y excampeón de la Rugby League de Inglaterra. El jugador, de 40 años y ya retirado, falleció el pasado 16 de julio en un hotel de Florencia cuando estaba junto a su esposa.
Pero la historia no acaba aquí, pues va mucho más allá. Al parecer, el mito del rugby británico murió de un infarto mientras le estaba propinando una paliza a su mujer Jennie Platt, de 44 años.
Bibey se encontraba en el Hotel Continental de Florencia cuando ocurrieron los hechos. Jennie, la mujer de Ricky, dió la alerta a los empleados del hotel, explicándoles que su marido yacía en el suelo y no reaccionaba. El exjugador de rugby ya no se levantaría, pues habría muerto minutos antes.
Jennie, gravemente herida
Lo raro del suceso es que ella estaba gravemente herida. El empleado del Hotel Continental que encontró a la joven explicó que esta también estaba gravemente herida y que, sin ir más lejos, fue trasladada de urgencia al hospital.
Según cuenta el medio local La Nazione, los empleados del hotel encontraron una gran cantidad de objetos sexuales en la habitación. Por lo que creieron que las heridas fueron provocadas inicialmente con un fin sexual.
Nada más lejos de la realidad. Al parecer, Ricky Bibey habría dado una paliza a su mujer. "Mi cliente Jennie fue víctima de un terrible ataque y necesitó varias operaciones durante una larga estadía en el hospital", testificó Stefano Goldstein, el abogado de Jennie, tras los hechos.
La mujer fue operada tres veces para recuperarse
Jennie Platt, de 44 años, necesitó hasta tres operaciones para recuperarse totalmente de las heridas provocadas por la paliza. Ricky Bibey, según medios ingleses y italianos, casi mata a su mujer por la paliza que le propinó.
Al parecer Ricky había sufrido últimamente severos problemas de salud mental y los últimos meses de su vida fueron especialmente complicados.
Aquella noche, la del 16 de julio, el exjugador de rugby había bebido y consumido cocaína. Ahora, Jennie Platt lucha para rehacer su vida.