Trombas de agua sin parar, tormentas, viento y un temporal muy grave en la mar. La gente percibe que este noviembre ha sido uno de los más húmedos y revueltos de la historia, pero no es sólo una percepción. Lo confirman los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La cuenta de Twitter de este organismo público ha hecho balance de los temporales que han sacudido Cantabria, Galicia, Asturias y las tierras vascas estas últimas tres semanas y atestiguan récords históricos:
La portavoz de Aemet en Cantabria afirma que ha llovido continuo, pero también con mucha intensidad. «Ha habido una sucesión de borrascas con sus frentes asociados que se han quedado estancadas en el golfo de Vizcaya y han producido una sucesión de días de precipitaciones abundantes que han ocupado todo el mes de noviembre».
Cuando alguno de estos frentes más virulentos alcanzaba la costa, quedaba acorralado por la cordillera cantábrica y descargaba con fiereza allá donde la naturaleza deseaba. En Soba, en el Alto de Miera, las lluvias orográficas descargaron hasta 94 L/m2 el pasado 9 de noviembre. No es el único dato extraordinario.
Nevadas históricas en la Cordillera y en cotas más bajas hasta 400 l/m2 en 20 días seguidos
La estación de Terán de Cabuérniga ha acumulado este noviembre 382,3 litros de precipitación. Un récord para noviembre que no se daba desde hacía 28 años. En Santander, la estación meteorológica de Ojaiz ha recogido 354,4. Esto supone un máximo que no sucedía desde 1980.
Y en Villacarriedo el dato fue de 360 litros en lo que llevamos de mes: no llovía tan exagerado desde hace 30 años. En la mayoría de los observatorios de Aemet ya se han superado con creces la media de litros de lo que sería normal para todo el mes. Incluso en algunos casos ya supera hasta el doble, por lo que las cifras al fin de noviembre pueden ser todavía más extraordinarias.
En Asturias, Aemet también comunica una situación parecida, con varios observatorios con registros cercanos o por encima de los 300 litros en los primeros 18 días de noviembre, unos datos excepcionales en 40 años:
No olvidemos que esta manta de agua se transformó en cerca de 1,5 metros de grosor de nieve en las montañas de Lunada y en los Picos de Europa, que están sepultados de blanco con 3 puertos cerrados y el riesgo de aludes allí es muy elevado. En la costa, las diferentes borrascas como Amelie y Bernardo han impactado ráfagas de 150 km/h y olas de 11 metros, registrada en una boya del Estado frente Santander el día 15.
Mucha población cántabra espera un final de noviembre y un diciembre más seco y agradable, que permita subir a pisar la nieve, para apreciar paisajes bucólicos, gigantescas cascadas y aguas vivas, pero sin arriesgar las orillas, puentes y casas.