Tragedia inimaginable en los Estados Unidos. Tres personas fallecieron el pasado viernes en Washington por la fatal caída de un rayo al lado de la Casa Blanca. Según datos de la policía estadounidense, las víctimas son: James Mueller, de 76 años, su mujer, Donna Mueller, de 75, ambos de Wisconsin, y un hombre de 29 años del que no se ha facilitado la identidad aún.
No serían, por lo tanto, turistas. Varios medios especularon ayer con la posibilidad que los fallecidos fuesen turistas que estaban de visita por la capital norteamericana. Las víctimas se encontraban en Lafayette Square, una plaza llena de árboles que colinda con la Casa Blanca. Otra persona resultó herida, y se encuentra en estado crítico.
Cada día pasan miles de habitantes, trabajadores y turistas por dicho lugar.
Cabe destacar que todas las víctimas del suceso fueron trasladadas al hospital todavía con vida. Tres de ellas murieron ya en el centro hospitalario; y una cuarta lucha por su vida, pese a que se encuentra en estado crítico.
El rayo, a diez metros de la Casa Blanca
Alrededor de las 19.20 horas, hora local, un rayo cayó en el mencionado parque de Plaza Lafayette, a diez metros y medio de la Casa Blanca.
Los miembros del servicio secreto de la Casa Blanca fueron los primeros en atender a las víctimas del rayo. Fueron estos los que llamaron a los equipos de emergencias, que trasladaron a todas las víctimas al hospital con vida.
Finalmente, pero, tres de ellas murieron; y una cuarta persona lucha por su vida mientras está en estado crítico en el hospital.
Los árboles no son seguros
Es lo que rápidamente trasladaron los Bomberos de Washington cuando fueron preguntados por el suceso. "Los árboles no son lugares seguros. Para cualquiera que vaya a buscar refugio bajo un árbol, es un lugar muy peligroso”, decía Vito Maggiolo, portavoz del Departamento de Bomberos de la capital americana.
Al parecer, durante el temporal, las víctimas del suceso decidieron socorrerse entre los árboles que había junto a la Casa Blanca. Mala decisión, pues según los Bomberos de la capital americana es "un lugar peligroso".