Venecia ha probado una de las tres barreras previstas para frenar las súbitas subidas del agua que acechan cada año la ciudad italiana, también conocidas como ‘acqua alta’. La prueba se llevó a cabo la pasada noche con la supervisión a pie de terreno del mismo alcalde del turístico municipio, Luigi Brugnaro, que expresó que este es un «momento histórico».
Esta es tan solo una de las tres barreras anti-mareas en el marco de la construcción de un mecanismo que entraría plenamente en funcionamiento en 2021, más tarde de lo previsto, razón por la cual no se pudo evitar la histórica inundación de la ciudad hace tres semanas que incluso provoco víctimas mortales. Estas barreras deberían aislar la zona urbana veneciana de la subida de mareas del mar Adriático.
El «símbolo de la resistencia»
Ante el aumento del número de crecidas del mar y la preocupante situación que vive Venecia, ciudad que sin protección artificial podría desaparecer bajo las aguas en plena crisis climática, el alcalde elevaba esta acción a un acto de «resistencia» del municipio ante las adversidades: «Es una obra de ingeniería única, orgullo de nuestra ciencia y tecnología. Debemos terminarla y ponerla en funcionamiento; será el símbolo de la resistencia», alentaba Brugnaro.
Esta barrera es la del paso de Malamocco, el más frecuentado por mercantes y cruceros. Esta primera obra cuenta con 19 esclusas de 29,5x4,5 metros y se han conseguido reparar las vibraciones detectadas en octubre y que hacían temer una demora de su prueba. Las recientes intervenciones han solventado los problemas existentes.
Características del proyecto
Esta barrera se conoce con el nombre de MOSE (Módulo Experimental Electromecánico) y tiene el objetivo de proteger la ciudad veneciana en caso de que las mareas superen los 110 centímetros. El sistema completa será de tres barreras submarinas que cerrarán las tres salidas de la laguna veneciana a mar abierto: Malamocco, Lido y Chioggia.
Las obras empezaron en 2003 y han sufrido graves retrasos, contando con un presupuesto de 5.500 millones de euros. Asimismo, ha habido numerosos escándalos de corrupción alrededor del proyecto, pero se cree que en 2021 entrará en funcionamiento, estando en fase experimental hasta entonces. Las demoras de las obras han sido muy criticadas estas últimas semanas, debido a la histórica inundación que elevó el agua hasta los 187 centímetros el pasado 12 de noviembre, siendo el valor más grande desde los 197 centímetros de 1966.