Después de una primavera extremadamente lluviosa en muchos puntos del centro y norte peninsular, este junio también ha empezado borrascoso y está y seguirá siendo lluvioso en buena parte del norte peninsular, mientras que en el oeste y sur gozarán de más sol. La nueva estación que empieza el próximo sábado, 20 de junio, despedirá el fresco atípico que ha hecho este junio y parece que no querrá volver a lo largo del verano.
Aun así, hay discrepancias con la previsión para los próximos tres meses. Mientras que la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) cree que será un verano un tanto más cálido y seco de lo normal en gran parte del país, la NOAA (Agencia meteorológica de los Estados Unidos) insiste en que seguiremos con la inercia de chubascos y tormentas durante gran parte del verano, con precipitaciones por encima de la media, sobre todo en el centro peninsular y todo ello con temperaturas normales, durante las próximas semanas.
¿Qué nos deparará este verano?
Según los modelos estacionales de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica norteamericana (NOAA), parece ser que este verano podría ser más lluvioso de lo normal en el centro peninsular y con temperaturas en la media. La circulación del oeste y atlántica que ha predominado durante gran parte de la primavera, no quiere disminuir este inicio de verano. Es decir, los chubascos en la mitad oeste y norte peninsular con ambiente templado se mantendrán hasta este final de junio, mientras que en el sur, se impondrán los cielos despejados y un ambiente más cálido y veraniego.
Si nos fijamos con el mapa de anomalías de temperatura previstas para los tres próximos meses (julio, agosto y septiembre), se puede apreciar como hay una gran unanimidad de color blanco en toda la península, con algunos tonos azulados en el centro. Esto denota la falta de masas de aire cálido sahariano y por tanto, calor veraniego, pero sin excesos, incluso menos calor de lo normal en el centro peninsular.
En el centro y norte de Europa también tendrán un verano más bien normal, con pocas entradas cálidas del sur, mientras que la zona donde se prevé que el verano sea más frío y lluvioso va a ser en los Balcanes y Grecia.
En cuanto a las precipitaciones, vemos que hay un gran contraste entre las zonas atlánticas y las mediterráneas debido probablemente a este cesamiento de la circulación zonal atlántica, de oeste a este. Es decir, lluvias abundantes en zonas de influencia mediterránea y como contrapartida, un ambiente mucho más seco en todas las regiones atlánticas.
Aun así, estos mapas de predicción estacional solo deben servir de orientación de cara a los próximos meses, pero en ningún caso hay que tomárselos a pie de la letra, ya que su grado de acierto no es muy alto. Lo más recomendable es seguir las predicciones día tras día para ver cómo va evolucionando la atmósfera a corto plazo.