El invierno se marcha tras dejarnos temperaturas altas y atípicas para la época en gran parte del país, especialmente en el Cantábrico, el valle del Ebro y la meseta norte, donde se han alcanzado las diferencias térmicas más grandes en comparación con la media. Tras esta suavidad atípica de las últimas semanas, incluso con varios episodios de calimas, la primavera llegará este próximo sábado, día 20 de marzo a las 10:37h, con un giro inesperado en el tiempo: el invierno volverá de golpe con frío intenso y, probablemente, con nevadas en cotas bajas en algunos puntos. ¿Pero durará mucho esta situación atípica para la época? En este sentido, parece que la primavera tardará en volver con su máxima plenitud, pero ya hay fecha para el retorno del 'buen tiempo'.
[predef]el-tiempo-en-espaa-643[/predef]
Vuelve el frío de golpe y se desploma la cota de nieve
Los mapas confirman que el invierno volverá de golpe a partir del puente de San José con una irrupción de aire muy frío proveniente del centro de Europa. Ya el jueves, 18 de marzo, bajarán claramente las temperaturas y llegarán las primeras precipitaciones por el Mediterráneo y tercio norte. Será el viernes, día 19 y festivo en algunas comunidades, cuando los termómetros se desplomarán y la cota de nieve irá bajando hasta situarse por la tarde entre los 400 y 600 metros en el noreste, pero podría verse nevar en todas las cotas en el Cantábrico oriental y Pirineos entre la noche y madrugada del sábado. Será el día con más precipitaciones en nuestro país, las más importantes en el tercio norte y Mediterráneo, incluyendo Baleares.
El fin de semana empezará con mucho frío y nevadas que ya irán a menos en el Cantábrico, también con una subida lenta de la cota de nieve. Seguirán las precipitaciones en el sureste y Baleares con una cota de 500 metros aproximadamente, pero ya mejorará mucho en el resto del país. El frío será de pleno invierno el sábado con heladas nocturnas en muchos puntos, pero ya subirán un poco los termómetros el domingo. En cualquier caso, se trata de una situación que se tendrá que seguir con mucha atención, sobre todo en cuanto a las precipitaciones y la cota de nieve.
Pese al brusco bajón, las TºC pueden ser más cálidas esta primavera
Más allá del batacazo del inicio de la primavera, que se alargará durante unos cuantos días, parece que, a lo largo de la primera semana de la nueva estación, las temperaturas irán remontando claramente. Si miramos más allá, la primavera se iría imponiendo con ganas en general, o al menos así lo ven los mapas de previsiones a largo plazo de la prestigiosa agencia norteamericana NOAA.
En este sentido, estos modelos indican que las temperaturas serían ligeramente más cálidas de lo normal en el conjunto del centro y norte de la península, manteniéndose normales para la época en las zonas costeras y, en general, en todo el sur peninsular. De este modo, no debería haber grandes entradas de aire frío del norte de Europa esta primavera, más allá del último coletazo del invierno en el inicio de la nueva estación.
Lluvias muy irregulares esta primavera
En cuanto a las precipitaciones del resto de la primavera, la NOAA indica que serían menos abundantes de lo que tocaría en la mitad oeste y norte del país, donde podría caer de un 20% a un 40% menos de precipitaciones respecto a la media e, incluso, en zonas de Galicia y oeste de Extremadura la primavera podría ser muy seca con registros de lluvia que no llegarían ni a la mitad que suele caer en esta época.
En el resto de la Península, las lluvias serían las habituales en el centro y en el noreste, con registros similares a la media. No obstante, en el litoral sureste del Mediterráneo, las lluvias podrían ser más abundantes de lo normal, aunque otros modelos europeos, como los de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), rebajan esta probabilidad, así que ya veremos qué modelo acaba ganando la partida. Lo que queda claro es que podría ser una primavera muy contrastada entre unas regiones y otras de España.
Contrastes en el resto de Europa
En el conjunto del continente europeo, las lluvias serían más abundantes en muchas zonas atlánticas del norte del continente, especialmente en el entorno de Noruega, mientras que en toda la zona central de Europa podría haber menos lluvias, siendo una estación más seca de lo normal. Las temperaturas parece que serán bastante normales o ligeramente por encima de la media en zonas mediterráneas, pero claramente más elevadas para la época en prácticamente toda Europa.