Pedro Alfonso Casado es el guardia civil que lucha por su vida tras recibir un disparo en la cabeza en Santovenia de Pisuerga (Valladolid). Ocurrió el pasado viernes durante una intervención. Un hombre había matado a otro y aseguraba haberse atrincherado dentro con varios rehenes.
Eran las 08:15 horas del viernes cuando un disparo alcanzó la sien del teniente coronel Pedro Alfonso Casado. El agente herido encabezaba el equipo negociador que pretendía disuadir al asaltante. El agresor realizó un disparo a ciegas desde dentro de la vivienda y alcanzó a Pedro Alfonso.
Antes, Pablo Antonio Santamaria, alias Chiqui, había matado de un disparo a Dionisio Alonso Pardo, alias Dioni. Los dos eran amigos de toda la vida, pero una discusión desató la tragedia. Tras doce largas horas la policía entró en el piso y detuvo al Chiqui, que se había inventado lo de los rehenes.
Última hora del estado de Pedro Alfonso
Contra todo pronóstico, Pedro Alfonso Casado logró salvar la vida y superar las primeras 48 horas. Fue intervenido de urgencia, y consiguió entrar en una fase de estabilidad dentro de la gravedad. Esto, según los médicos, es muy positivo, aunque el agente aún se encuentra en estado crítico.
Pedro Alfonso, más conocido como Perico, es natural de Sahagún (León), donde viven su madre y un hermano. Su padre también fue guardia civil, y tiene una extensa trayectoria de 25 años en la unidad de élite del cuerpo. Era un agente experimentado en operaciones de extremo riesgo.
Por eso el viernes fue quien encabezó la comitiva negociadora para disuadir al pistolero de Santovenia de Pisuerga. Estaba apostado en las escaleras cuando recibió una bala perdida en la sien. Dos horas después era operado a vida o muerte en el Hospital Clínico, donde consiguieron salvarle la vida.
Doce horas de tensión
Pedro Alfonso era jefe de la Unidad Especial de Intervención. El viernes por la mañana salió con su equipo de la base de Valdemoro en dirección a Santovenia, donde había saltado un aviso por asalto con rehenes. Al parecer hubo una reyerta que acabó con un fallecido y el asaltante atrincherado.
Todo empezó con una pelea al filo de la medianoche y una detonación cuando faltaba poco para las dos de la madrugada. Era la bala que había matado a Dioni, de 45 años, amigo de la infancia de Chiqui, el presunto homicida. Los agentes intentaron salvarle la vida, pero murió instantes después.
El agresor se encerró en una vivienda y amenazó con disparar a varios rehenes si alguien intentaba entrar. En ese escenario llegó la unidad liderada por Pedro Alfonso, con la misión de convencer al atacante. Intentaron hablar con él por teléfono y también a través de la puerta.
Fue en ese contexto en el que el guardia civil recibió el disparo, quedando gravemente herido. Sus compañeros se quedaron en el lugar para seguir con su cometido. Finalmente y gracias a su empeño, a las 13:00 horas consiguieron que el agresor soltara a su yerno, al que tenía retenido.
El agente lucha por su vida
Sin embargo, Pablo Antonio les hizo creer a los agentes que tenía a más rehenes. Una hora después se entregó sin oponer resistencia a cambio de una dosis de metadona. Cuando la guardia civil entró en la vivienda se dieron cuenta de que había mentido, ya que no había más rehenes.
El balance final del asalto que mantuvo en vilo a todo el barrio durante más de doce horas fue de un muerto y un herido crítico. El agente sigue en estado muy grave, pero en su entorno hablan de fortaleza y de buen ánimo. Todos se agarran al optimismo para soñar un feliz desenlace para Pedro Alfonso.
La delegada del Gobierno en Castilla y León ha destacado la labor realizada por el agente, su profesionalidad y su dedicación. “Un ejemplo de entrega”, dijo Virginia Barcones, que se solidarizó con la familia. Mientras, el pistolero de Santovenia ya se encuentra en prisión provisional sin fianza.