La Agencia Espacial Europea (ESA) ha adjudicado un contrato de 129,4 millones de euros para el diseño, fabricación y ensayos de Hera, la primera misión de defensa planetaria para probar la posibilidad de desviar la trayectoria de asteroides peligrosos que se acerquen en un futuro a la Tierra.
En esta misión, que fue aprobada el año pasado durante el congreso ministerial de la ESA celebrado en Sevilla, participan 17 estados miembros de la agencia, entre ellos España, que tiene un clave papel asignado. En concreto, nuestro país desarrollará el avanzado sistema de guiado, navegación y control de Hera, así como el sistema de comunicaciones del espacio profundo y el gravímetro de Juventas, uno de los dos Cubesat (satélite en miniatura), que volará a bordo de la misión.
Misión de gran calibre
Hera, bautizada así por la diosa griega del matrimonio, será la contribución europea al programa de Evaluación de Impacto y Desviación de Asteroides (AIDA), en el que también participa la NASA con la misión DART, y será el primer experimento de validación de defensa planetaria a escala completa.
El objetivo es llegar a dos asteroides que viajan juntos: Didymos (de 780 metros de diámetro) y, Dimorphos, el más pequeño y que orbita alrededor del primero. Este segundo asteroide hace unos 160 metros, un tamaño similar a la gran pirámide de Giza en Egipto.
Este sistema de asteroides es prototípico de los miles que suponen un riesgo de impacto para nuestro planeta, puesto que hasta el más pequeño de ellos sería lo bastante grande como para destruir una ciudad.
Hera se está diseñado de «una manera novedosa» porque combina objetivos de defensa de la Tierra con otros científicos y con experimentos tecnológicos para misiones futuras, explica a ‘Efe’ el ingeniero de sistemas de guiado, navegación y control de la ESA, Jesús Gil.
Por eso, desde el primer momento hay una colaboración muy estrecha entre científicos e ingenieros para diseñar todos los aspectos de la misión, según explica Gil.
Fecha de inicio: 2022
La misión comenzará oficialmente en septiembre de 2020, cuando se hará chocar DART contra el asteroideDimorphos a una velocidad de 6,6 kilómetros por segundo. Se prevé que esta acción haga desviar a la roca, y esto implicaría el primer objeto espacial desviado por el hombre en toda la historia.
Tras esta prueba, Hera entrará en función en diciembre de 2026. La misión se encargará de medir de cerca la órbita desviada y los restos del impacto de DART en Dimorphos. Una información que será clave para saber si se puede contar en el futuro con un sistema de defensa de asteroides peligrosos alrededor de la Tierra.
Las características de Hera
Hera será una sonda pequeña, del tamaño de un escritorio, pero estará cargada de tecnologías novedosas. Además, desplegará los primeros CubeSats de Europa (satélites en miniatura construidos a partir de cajas de 10 cm) en el espacio profundo para la inspección de asteroides en primer plano.
Hera será la primera misión en operar simultáneamente varias naves en vuelo alrededor de un cuerpo celeste no planetario, gracias a los cubesats que volarán en formación con la sonda para maximizar la ciencia producida, según explica Gil.
El CubeSat Juventas realizará el primer estudio por radar del interior de un asteroide para demostrar la tecnología de enlace intersatelital en el espacio profundo y acumular experiencia en operaciones en gravedad ultrabaja.