Este miércoles, una multitudinaria concentración de personas se reunió en Valladolid para despedirse por última vez de Paloma y su hija. Paloma, de 44 años, e India fueron injustamente asesinadas por la pareja de la mujer el pasado lunes.
El hombre, David Maroto, acabó con sus vidas acuchillándoles repetidas veces. La pequeña tan solo tenía 8 años.
La despedida se llevó a cabo en la Iglesia parroquial de La Inmaculada Concepción, ubicada en frente del domicilio de las víctimas, donde fueron asesinadas.
Aproximadamente sobre las 11:15 de la mañana llegaron los coches fúnebres con los féretros de la madre y la hija, llenos de flores y dedicatorias. Tanto fuera como dentro de la iglesia, una multitud de asistentes, familiares, amigos y allegados, se reunió para dar el último adiós a las víctimas.
La ceremonia fue oficiada por Luis Argüello, el arzobispo de Valladolid, quien se encargó de llevar a cabo la eucaristía. Hacia el final de la ceremonia la madre de Paloma y abuela de India, Carmen Rodríguez, ofreció un discurso para las fallecidas. La hermana de Paloma y tía de la pequeña, María Pinedo, también quiso dedicar unas emotivas palabras.
Un discurso cargado de emoción y llantos
Carmen comenzó su discurso entre lágrimas, advirtiendo a los allí presentes su dificultad para hablar debido a su estado. “Aún más difícil es respirar porque es eso lo que ahora me falta, aire para coger fuerzas y poder seguir adelante sin vosotras”, expresaba. Proseguía diciendo “solo sé que tengo el corazón desgarrado, roto, pero también sé que estáis a mi lado y que os tendré siempre cerca de mí”.
A pesar del duro momento que estaba atravesando en esos instantes, Carmen quiso “recordar los buenos momentos vividos en familia, siempre juntos”.
La mujer quiso hacer énfasis en la bondad de Paloma y también en la dulzura que tanto caracterizaba a su nieta India. “Tu gran bondad Paloma, tu dulzura. Las tendremos guardadas con nosotros para el resto de nuestras vidas”, expresaba.
Carmen finalizaba su discurso entre lágrimas: “Paloma, India, os hemos querido y os seguiremos queriendo con todo el alma porque el alma no muere".
"Vais a vivir en nuestra alma y corazón siempre"
Cuando fue el turno de la hermana de Paloma, esta expresó que no se le daba bien hablar frente al público. “Sabes qué poco me gusta hablar delante de tanta gente, pero tú eres la que me empuja y me da fuerzas para todo, como hoy”.
La mujer quiso destacar de la fallecida que era “buena, amable, familiar y madre maravillosa, con absoluta devoción hacia su hija”. María aseguró que “todas las palabras bonitas para ti se quedan cortas”. La hermana, con los ojos llenos de lágrimas, se lamentaba al imaginar futuras situaciones en las que no podrá contar con el apoyo, compañía y consejo de Paloma.
Al hablar de su sobrina como “la niña de la eterna sonrisa”, declaró que “no te lo merecías, con la vida que tenías por delante”. María finalizaba su discurso confesando que “tenemos que aprender a vivir sin vosotros, pero vais a vivir en nuestra alma y corazón siempre”.
Tanto Carmen como María quisieron agradecer a todos los allí presentes su asistencia y su apoyo en esos difíciles momentos, por ser “un gran consuelo”. María acabó de hablar con la petición de que “Paloma e India sigan vivas en los recuerdos que cada uno de vosotros teníais con ellas”.
Tras terminar la ceremonia, tanto féretros como familiares y demás asistentes, se dirigieron al cementerio de El Carmen de Valladolid. Allí se le dio sepultura a ambas víctimas de esta tragedia por violencia de género.
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