Tres personas han sido asesinadas por osos pardos en poco más de un mes en el este de Europa, un país que alberga la mayor población de esta especie en el continente. Hay guardas forestales que señalan una comunidad de osos muy superior de la que debería haber. La sociedad pide que se regrese a la caza legal del plantígrado y algunos políticos no se oponen.
Un censo de osos pardos en Rumanía estima que viven dentro de sus fronteras 6.000 ejemplares, 10 veces más que en España. La población está atemorizada porque cada vez son más frecuentes los accidentes de tráfico con ellos o hasta morir en un encuentro desafortunado.
Los osos han asesinado 3 personas en menos de un mes y hasta 6 este año
Los plantígrados rumanos mataron a un pescador en Mures en octubre, un hombre de 46 años de Bacau fue fatalmente atacado en el condado de Bacau a finales de octubre, y el último caso conocido es la muerte de un pastor en Mures, al centro de Transilvania.
Las tres muertes en las últimas semanas aumentaron hasta a seis el número de muertes este año, y también se han informado de decenas de ataques. En comparación, los osos mataron a 11 personas en Rumania entre 2000 y 2015.
Hay lugareños que comentan que están por todas partes, que hay demasiados y por seguridad deben abandonar la agricultura y sus tierras por miedo a un ataque. Además, los osos arrasan los cultivos de los granjeros, han dañado automóviles y matado ganado, y son motivo de accidentes de tráfico.
El pasado sábado hubo el caso de un atropello de oso en el que el ejemplar quedó extendido moribundo 18 horas sobre la carretera, hasta que la policía lo sacrificó. Mientras no hubo una orden clara, la gente miraba como el animal sufría. Desde entonces, otros dos osos han sido atropellados.
Reclaman permisos de caza para reducir ‘la plaga’
Muchos creen que el fuerte aumento de la población de osos es debido a la prohibición de su caza en 2016, que fue ampliamente aplaudida por los ambientalistas. Para levantar esta medida, denuncian que algunas autoridades han hinchado los censos de osos por interés. Un experto ecologista de la ONG WWF de Romanía asevera que, sin programa de gestión eficaz, la población de la zona tomará cuentas del asunto con sus propias manos.
«La preocupación es que la gente comenzará a usar venenos y trampas», dice, advirtiendo sobre un efecto catastrófico en la población de osos pardos de Rumania. La gente está asustada y los medios de comunicación también animan la enemistad hacia esta especie con titulares como este: «Los ‘defensores de los osos’ están siendo irresponsables, y los niños podrían sufrir daños en su camino a la escuela».