Óliver, de 3 años, llegó en octubre a Barcelona, procedente junto a su familia de Cancún, en México. Los padres, originarios de Málaga, viven en Playa del Carmen por motivos laborales.
Por aquellas fechas, los progenitores necesitaban costearse un avión medicalizado para trasladar al pequeño hasta Barcelona. Allí, necesitaba ser operado de urgencia. Días atrás, le habían diagnosticado a Oliver un tumor cerebral con hidrocefalia (agua en el cerebro).
Una donación anónima permitió a la familia viajar a España
Gracias a la donación anónima de un empresario español, que pagó el coste del viaje, la familia pudo viajar a Barcelona. No sin antes sufrir complicaciones, puesto que el vuelo programado se retrasó.
Óliver se encontraba viviendo a contrarreloj. Tan solo le habían dado 15 días de vida.
Una vez en España, trasladaron al niño hasta el hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat. Allí fue intervenido en varias ocasiones. Sin embargo, esta tercera operación ha sido la definitiva.
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El tumor ha sido extirpado completamente
El personal médico del hospital ha logrado operar con éxito al pequeño. A principios de noviembre del año pasado, los médicos consiguieron extirpar un 90% del tumor cerebral del niño.
Ahora, han logrado extirpar el tumor por completo. Tras la intervención, Óliver seguirá su tratamiento de radioterapia en la ciudad de Madrid.
Así lo ha hecho saber el doctor José Hinojosa, quien dirige el equipo de neurocirugía en el hospital. El doctor expresó que este lunes se había conseguido extirpar el 10% restante del tumor que padecía el menor.
Toda una odisea
Esta historia comenzó meses atrás, tras el diagnóstico de Óliver en México. Allí, la sanidad pública mexicana daba por perdido el caso del niño. A partir de ese momento, sus padres, Lena y Alejandro, comenzaron a difundir el caso de su hijo por todos los medios posibles.
El caso se hizo viral gracias a unos vídeos que subió el padre. En ellos aparecía explicando la situación por la que estaban pasando y pidiendo ayuda para salvar a su hijo.
Su situación saltó a los medios. Fue entonces cuando el hospital pediátrico Sant Joan de Déu de Barcelona se ofreció a tratar el caso. Una vez solucionado eso, faltaba aclarar el asunto del transporte.
La familia necesitaba viajar en un avión medicalizado para tratar las hidrocefalias que sufría, puesto que el trayecto era de 12 largas horas. Esto fue posible gracias a un empresario español que donó el dinero para la familia de forma anónima, una suma que ascendió a 196.400 euros.
Un final feliz para toda esta historia
Los casos de tumores cerebrales en niños y adolescentes son poco frecuentes. Los que se diagnostican cada año no superan los 250 casos en España, además, la mayoría tienen un porcentaje elevado de curación.
Sin embargo, el caso de Óliver era distinto. Su tumor se encontraba ubicado en una zona muy delicada del cerebro, muy cercana a determinadas estructuras nerviosas fundamentales. Por suerte, las operaciones pudieron realizarse con éxito y salvar así la vida del pequeño.