Olga López del Castillo, de 50 años y originaria de Badalona, llevaba tres días trabajando en el Bingo Vali Park de Tortosa (Tarragona). La madrugada del lunes, tres encapuchados asaltaron el local a mano armada. Le dispararon en la cabeza y murió poco después en el hospital.
Los Mossos d’Esquadra han detenido a dos de los tres asaltantes, una mujer y un menor de edad marroquí. El tercero, también de nacionalidad marroquí, pudo escapar y se encuentra en paradero desconocido. Los tres formaban una banda especializada en asaltar bingos por toda España.
Los Mossos d’Esquadra siguen buscando al tercer asaltante, que habría cruzado la frontera con Francia. Aunque estaban bajo la lupa de la policía, nunca habían actuado con tanta violencia. El balance final es una vida truncada, la de Olga, y otro hombre herido de bala en la espalda.
Amante de la montaña
Olga López del Castillo nació en Llefià, Badalona, hace 50 años, y estuvo muchos años trabajando en bingos de Barcelona. Quería cambiar de aire y decidió trasladarse hasta Tortosa. Allí sustituía a la encargada del bingo donde el lunes tres atracadores acabaron con su vida.
Olga era una apasionada de la naturaleza y la montaña. Por eso tenía previsto abandonar Tortosa e ir a otro Bingo en Berga, una localidad del interior de Cataluña. Hace unos años dirigió también el bingo de Bossòst, en la Vall d’Aran, donde la recuerdan como una mujer amable y trabajadora.
Una de sus grandes pasiones era la lectura, especialmente del género de terror y de los cuentos de Edgar Allan Poe. Por eso llevaba un cuervo tatuado en la pierna. En las montañas Vall d’Aran encontró su lugar, y aunque tuvo que marcharse prometió a sus amigos volver algún día.
Fue el puntal de la familia
Hace poco surgió la oportunidad que llevaba tiempo esperando, y le prometieron llevar el bar del centro del pueblo. Sin embargo ya se había comprometido con los jefes del bingo de Tortosa y tuvo que declinar la oferta. Su intención era volver a la montaña cuanto antes, pero todo se torció.
Olga era soltera y sin hijos, enamorada de los animales y gran amante de los gatos. Vivía con su madre en Llefià y compaginaba su trabajo en el bingo con otro empleo en un bar de Badalona. Cuando trabajaba en Tortosa se alojaba en un hotel situado en frente del bingo, como solución temporal.
Proviene de una familia humilde y le tocó desde joven arrimar el hombro ya que su padre murió hace cuarenta años. Olga ayudaba a su madre cuando iba a fregar casas. Sus hermanos, Pepe y Óscar, y su madre, María, están desolados por la pérdida de quien era el puntal de la familia.
Le dispararon en la cabeza
Olga era una mujer amable y bondadosa, amiga de sus amigas pero con un carácter fuerte. Tenía más de 15 años de experiencia en bingos y no había sufrido ningún atraco. No tenía miedo, y sabía la máxima que conocen todos los empleados del bingo: no enfrentarse nunca a los atracadores.
Los atracadores asaltaron el local de madrugada y agredieron a un cliente, que les había tirado el taburete. Olga pudo accionar la alarma que movilizó a la primera patrulla de Mossos d’Esquadra. Faltaban diez minutos para la una cuando llegaron y encontraron a dos personas heridas.
Antes de huir a la carrera dispararon en la espalda al cliente y a Olga en la cabeza. La mujer llegó con vida al hospital pero murió poco después, mientras que el hombre se recupera de la herida. La policía inició una caza a los atracadores que acabó con cinco detenciones.
Buscan al tercer asaltante
Tres de los cinco detenidos ya han sido puestos en libertad, mientras que los otros dos pasaron a disposición judicial. Un tercero sigue huido y la policía sigue tras su pista, probablemente en Francia. La principal hipótesis es que el menor de edad es el autor material de la muerte de Olga.
Los familiares de la víctima están pendientes de la llegada del cadáver a Badalona para su funeral. También tienen previsto personarse como acusación particular en la causa abierta en el juzgado de Tortosa. Saben que nada les podrá devolver a su ser querido, pero quieren que se haga justicia.