El ciclo solar anterior, el 24, se caracterizó por una escasa actividad del astro rey, pero este nuevo ciclo 25, podría ser muy diferente. Los investigadores del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) de los Estados Unidos contradicen directamente las predicciones oficiales, y anuncian que el 25 será uno de los ciclos más intensos de los que se tienen registros. Esto podría provocar graves daños en las telecomunicaciones terrestres y afectar directamente en las líneas eléctricas de nuestro planeta.
Más de 250 manchas
Según el estudio de los expertos del NCAR, el ciclo 25 podría alcanzar un máximo de manchas solares entre 210 y 260, lo que le colocaría entre los más activos nunca observados. Si el pronóstico del NCAR se confirma, sería un punto a favor de la teoría que sostiene que el Sol sigue también ciclos magnéticos superpuestos de 22 años, que interactúan para producir los conocidos ciclos de 11 años de las manchas solares. Si tiene razón, es muy posible que los próximos años se vean marcados por tormentas y llamaradas solares de gran intensidad, algunas de las cuales podrían golpear la Tierra con fuerza y causar grandes daños a las redes eléctricas y de comunicaciones.
«Los científicos han luchado durante mucho tiempo para predecir tanto la duración como la fuerza de los ciclos de las manchas solares asegura Scott Mcintosh, subdirector del NCAR y director del estudio, porque carecemos de una comprensión fundamental del mecanismo que impulsa el ciclo. Si nuestro pronóstico resulta correcto, tendremos evidencia de que nuestro marco para comprender la máquina magnética interna del Sol está en el camino correcto».
Cada 11 años, un nuevo ciclo
Cada ciclo solar tiene una duración de 11 años, durante los que el número de manchas, en las que se originan las tormentas y llamaradas que pueden afectar a la Tierra, alcanza un punto máximo para descender después hasta un mínimo y volver a empezar en el ciclo siguiente. La actividad del Sol solo se monitoriza científicamente desde 1755, por lo que hasta ahora la humanidad solo ha podido asistir a 24 ciclos completos. El 25 acaba de empezar. Durante el ciclo pasado, el máximo de manchas solares fue de apenas 116, frente a una media de 179.
Ciclo solar extendido
«Al revisar el registro de 270 años de observaciones de eventos de terminación, explica por su parte Bob Leamon, coautor del estudio- vimos que cuanto más largo es el tiempo entre terminaciones, más débil es el ciclo siguiente. Y, a la inversa, cuanto más corto sea el tiempo entre terminadores, más fuerte será el siguiente ciclo solar». En el pasado, esta correlación ha resultado muy difícil de ver para los científicos, porque tradicionalmente medían la duración de un ciclo desde un mínimo de actividad solar hasta el mínimo siguiente.
Si bien los eventos de terminación ocurren aproximadamente cada 11 años y marcan el comienzo y el final del ciclo de las manchas solares, el tiempo entre terminadores puede variar. Por ejemplo, el ciclo 4 comenzó con un terminador en 1786 y terminó con otro en 1801, es decir, 15 años después, una cifra que no tiene precedentes. El siguiente ciclo, el 5, fue increíblemente débil, con un máximo de solo 82 manchas solares. Ese ciclo se conocería después como el comienzo del Gran Mínimo “Dalton”.
Ciclo 24, muy débil
De forma similar, el ciclo 23 comenzó en 1998 y no terminó hasta 2011, 13 años después. Por lo tanto el ciclo 24, que acaba de terminar, fue bastante débil, pero también fue bastante corto, apenas por debajo de los 10 años, y esa es la base de la predicción alcista del nuevo estudio de que el ciclo 25 tendrá una actividad inusitada. Según Mcintosh, «un ciclo 25 débil, como predice la NASA y NOAA, sería una desviación completa de todo lo que los datos nos han mostrado hasta el momento».